Diálogo entre un psicólogo y un paciente
Psicólogo:- ¿Qué tal? Adelante por favor, siéntese por acá en el sillón.
Paciente:- ¿Cómo no, Marcelo?
Psicólogo:- Bueno, cuénteme… ¿por qué decidió empezar terapia?
Paciente:- Estem, bueno, yo, eh…
Psicólogo:- Disculpe, ¿me podría recordar su
nombre?
Paciente:- Claudio. Claudio Poclaba.
Psicólogo:- ¿Qué edad tiene, Claudio?
Paciente:- 39, cumplo 40 este sábado.
Psicólogo:- Y, ¿a qué se dedica?
Paciente:- Soy gerente general en una fábrica de golosinas.
Arcor, más precisamente.
Psicólogo:- ¿Esposa, hijos?
Paciente:- Estoy casado hace 12 años y medio. Tengo 1 hijo y 1 hija, de 11 y 7 años respectivamente.
Psicólogo:- Bueno Claudio, me estaba contando sobre su motivo
de inicio de las sesiones.
Paciente:- Sí. Bueno, en realidad, es un tanto difícil
de explicar. ¡No se por dónde empezar, que palabras
utilizar! ¿No me deja prender un cigarrillo, por favor?
Psicólogo:- ¡Tranquilícese, Claudio! Usted está
muy nervioso. Hágame el favor de guardar ese atado y el
encendedor y relájese. Disfrute de este poco tiempo que
tenemos para hablar. Disfrute los cigarrillos con un buen café.
Acá no hay presiones, nadie lo apura.
Paciente:- Esa es la palabra. Disfrutar. 1, 2,3,4,5, 9 letras que ya
se me olvidaron que existían en ese orden, já.
Psicólogo:- A ver, cuénteme un poco más.
Paciente:- Pasa que es difícil disfrutar con todas las
obligaciones que uno tiene, ¿vio? Es un trabajo muy pesado el
mío, muy difícil. Con muchas responsabilidades.
Controlar a los empleados, implementar nuevas normas de trabajo,
reuniones con clientes, etc. etc. etc.
Psicólogo: Sí, me imagino.
Paciente:- Eso sí, yo gano fortunas por mes. Encima mi esposa
es artista y ha vendido obras por mucho, muchísimo dinero. La
verdad que yo soy muy feliz, además yo tengo 2 hijos preciosos
y, créame, muy inteligentes. Ojala el de 11 años tenga
éxito como yo y se case con una mujer hermosa y talentosa como
yo y tenga la misma buena salud que yo. ¡Uh! ¿Qué
hora es? Ah, ¡uff!, queda tiempo todavía.
Psicólogo:- Sí…
Paciente:-…
Psicólogo:-…
Paciente:- Veo que se quedó perplejo ante tanto éxito, ¿no? En realidad, para ser completo, falta que le pase algo al presidente y dueño de Arcor. Y por ese “algo”, me quede yo con la empresa. Porque yo soy su mano derecha y yo quedaría al mando.
Psicólogo:- Precisamente no me quede asombrado por su éxito, Claudio.
Paciente:- ¿No? ¿Y por qué entonces?
Psicólogo:- Por la cantidad de veces que dijo la palabra “yo”
en apenas un minuto.
Paciente:- …
Psicólogo:- Claudio, ¿usted se considera una persona
feliz?
Paciente:- ¿Por qué no habría de hacerlo? Tengo
fortuna, esposa e hijos maravillosos, excelente empleo, recorrí
el mundo…
Psicólogo:- ¿Y por qué viene a terapia
entonces?
Paciente:- Ya le dije, porque me cuesta disfrutar de mi vida debido a
las obligaciones que tengo. Además, ando en una pequeña
crisis con mi mujer pero cualquier matrimonio las tiene, totalmente
solucionable. La verdad no le doy mucha importancia a eso.
Psicólogo:- ¿Y usted considera que es feliz aún
sin disfrutar de su vida?
Paciente:-…
Psicólogo:- …
Paciente:- …
Psicólogo:- ¿Recuerda la última vez que le envió
flores a su esposa?
Paciente:- Já, la verdad no tengo idea.
Psicólogo:- ¿La última vez que comieron juntos
afuera?
Paciente:- 2 veces por semana, Marcelo. Dejamos a los chicos en lo de
mis padres y nos vamos. Con plata uno se puede dar el gustito.
Psicólogo:- ¿Y la última vez que comieron juntos
afuera sin hablar de sus respectivos trabajos?
Paciente:- … Es que siento que por ahí no termino de
disfrutar esas cenas. Ni esas, ni las de casa.
Psicólogo:- ¿Las de su casa no las disfruta?
Paciente:- La comida es deliciosa, no se crea que no. Pero, no se. Los chicos hablan, hablan y hablan y uno llega cansadísimo del trabajo. Te taladran la cabeza.
Psicólogo:- ¿Y que sería para usted disfrutar?
Paciente:- Sería poder sentirme bien conmigo mismo. Que mi
alma reciba caricias.
Psicólogo:- Entonces, usted estaría considerando que si
no existiera su trabajo, podría charlar con su mujer y con sus
hijos sin ningún problema. En síntesis: disfrutar. ¿No
es así?
Paciente:- Sí, tiene usted razón.
Psicólogo:- ¿No cree que sería mejor dejar el
trabajo? Problemas de dinero veo que no tiene…
Paciente:- No, todo lo contrario. Podría usar billetes de $100
como servilletas, jé. Pero si dejo mi trabajo, nunca podré
ser el dueño de la empresa, algo que siempre soñé.
Psicólogo:- ¿Y le parece más importante el sueño
de ser dueño de una empresa que las caricias al alma?
Paciente:- Las caricias al alma serán muy lindas y
reconfortantes, pero te desvían de tus sueños.
Psicólogo:-…
Paciente:-…
Psicólogo:- ¿Cuando dijo que cumplía, Claudio?
Paciente:- Este sábado. 40 años
Psicólogo:- ¿Y tiene pensado algún festejo para
la ocasión?
Paciente:- Por supuesto, el sábado a la noche en un salón
de fiestas. 40 años no se cumplen todos los días.
Psicólogo:- ¿Y se puede saber a quién invita?
Paciente:- Bueno… mi familia, amigos de mis hijos, amigos de
mi señora… Ahora no me acuerdo.
Psicólogo:- ¿No van amigos suyos a su cumpleaños?
Paciente:- Si, no, pasa que, bueno, con el tema este de, de, del frío
¿vio?, que, que, la gente se puede enfermar y…
Psicólogo:- ¿Usted tiene amigos?
Paciente:- No, no tengo amigos.
Psicólogo:- …
Paciente:-…
Psicólogo:- ¿Nunca se puso a pensar el porqué?
Paciente:- No, tengo cosas más importantes en qué
pensar
Psicólogo:- ¿En que piensa usted?
Paciente:- Y… si no pensaría en el trabajo, no podría
cumplir mi sueño
Psicólogo:- ¿Y para qué quiere ser el dueño
de la empresa?
Paciente:- Es un sueño que tuve toda mi vida, compréndame.
Además, yo le dije que quiero que mi hijo sea tan exitoso como
yo.
Psicólogo:- O sea, usted quiere que su hijo herede su empresa
sin esfuerzo alguno, que llegue a su casa sin querer hablar con su
familia, agotado, hablando todo el tiempo de trabajo y que no tenga
tiempo para pensar en los amigos. ¿Es eso lo que quiere?
Paciente:-…
Psicólogo:- Yo no creo que usted quiera eso. Ni para usted ni
para su hijo. Sino no hubiese venido hasta acá.
Paciente:-…
Psicólogo:- Usted vino hasta acá porque quiere empezar
a disfrutar su vida. A disfrutar a sus hijos, a su esposa. Para
sentirse lleno. Para dejar de ser tan ambicioso. Para empezar a
recibir caricias al alma. Porque si le importara más ser el
dueño de una empresa que disfrutar, le repito, no me hubiese
tocado el timbre. Porque si no le importara esa pequeña crisis
que tiene con su mujer que me mencionó al principio de la
sesión, no se gastaría en llamarme. Y si no le
importara no tener amigos, me hubiese dicho directamente “no
tengo amigos” en lugar de mencionar la absurda excusa de que
“hace frío y se pueden enfermar”. Esa es una frase
de alguien que se avergüenza de no tener amistades.
Paciente:- …
Psicólogo:- Ahora es usted el que quedó perplejo,
¿verdad?
Paciente:- Sí…
Psicólogo:- Ni la ambición ni la fortuna conducen a la felicidad. Sólo le sacan el tiempo, su limitado tiempo.
Paciente:- ¿Por qué “limitado tiempo”?
Psicólogo:- Lamentablemente uno muere, Claudio. Pero la clave
es morir habiendo tenido muchas, muchísimas caricias en el
alma.
Paciente:- ¿Usted cree que debo resignar mi sueño de
ser dueño de una empresa, entonces?
Psicólogo:- Su sueño no es más que una ambición. ¿No se da cuenta de que desea que le “pase algo” al dueño para beneficiarse usted? Por eso es una ambición: porque ve a las personas como fichas, como posibles enemigos.
Paciente:-…
Psicólogo:- Y luego de que consiga la empresa, va a querer que su empresa sea la más grande del país. Luego del continente. Luego del mundo. Es un sueño inacabable. Cuando nada te basta, el sentimiento duele demasiado. Y usted mismo lo dijo: quiere caricias al alma. Para que el sentimiento no duela.
Paciente:- Es la charla más gratificante y enriquecedora que
he tenido en años, o en mi vida. ¡Como si hubiese
hablado con un amigo!
Psicólogo: Porque la ha disfrutado, Claudio. Mire su reloj
ahora y se dará cuenta
Paciente:- ¡Qué increíble! ¿Cuánto
le debo, Marcelo?
Psicólogo:- Mejor gástese todo
el dinero que trajo en flores para su mujer y regalos para
sus hijos.
Paciente:-…
Psicólogo:-…
Paciente:- Marcelo…Emm… ¿Tiene algún
compromiso para este sábado a la noche?
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