TEMA 1 LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL 1








ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL

TEMA 1: LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL




1.- CONDICIONES DE APARICIÓN DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL


    1. caracteres generales de la cultura griega

    2. el paso del mito al logos

    3. la naturaleza (physis)



2.- LAS PRIMERAS EXPLICACIONES RACIONALES DE LA NATURALEZA: LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS.


2.1 la filosofía anterior a Parménides

2.2 la filosofía de Parménides

2.3 la filosofía posterior a Parménides




1.- CONDICIONES DE APARICIÓN DE LA EXPLICACIÓN RACIONAL


La filosofía y la ciencia surgen cuando se abandona el mito y se sustituye por la explicación racional (LOGOS). El “Logos” sustituye al mito en su tarea de explicar la realidad en toda su complejidad (el universo físico, la naturaleza humana y la sociedad). Este acontecimiento tiene lugar en Grecia alrededor del siglo VI a. c.

Ahora bien, de entrada conviene aclarar dos cuestiones importantes:


a) ¿Por qué este hecho sucede en Grecia y no en otras culturas antiguas y por qué alrededor de esta fecha?

b) ¿En qué consisten el pensar mítico que se abandona y el pensar racional que empieza a surgir?


1.1 caracteres generales de la cultura griega


Se suele aludir a la genialidad de los griegos para explicar el surgimiento de la filosofía. Pero esta respuesta resulta bastante vaga e insatisfactoria. Se pueden apuntar, no obstante, algunas circunstancias socioculturales como causas de la aparición de la Filosofía en Grecia en el siglo VI a.c.


Etapa prefilosófica


La Grecia anterior al surgimiento de la filosofía se caracteriza fundamentalmente por dos rasgos:


a) Es una sociedad aristocrática, agrícola y ganadera. Existe una estructura social bien definida: la nobleza (clase dominante, desocupada y guerrera) y el pueblo, dedicado fundamentalmente a las labores agrícolas y ganaderas. La cultura, la visión de la vida y los valores morales son los propios de la clase dominante. Sólo los nobles son virtuosos y los valores más altos son el linaje, el éxito y la fama.


b) Ausencia de un sistema educativo organizado y de libros sagrados. Los griegos lo aprendían todo de la tradición oral y de los textos de los poetas clásicos (Homero y Hesiodo): la moral, la religión, la cosmología, la historia, la geografía, el arte militar, las técnicas de navegación, etc.

Por otra parte, la inexistencia de libros sagrados y de una casta sacerdotal fuerte que se encargue de velar por la ortodoxia religiosa, favorecerá la crítica religiosa y en general el cuestionamiento de las doctrinas homéricas; hecho éste que será decisivo para el comienzo de la filosofía.



Etapa filosófica


A partir del siglo VII a.c tuvo lugar una transformación de la sociedad griega. Se produce un movimiento colonizador que se dirige en primer lugar hacia Jonia (Asia Menor) donde surgen ciudades muy prósperas con una brillante civilización: Mileto, Éfeso, Samos, etc. En ellas se dan unas circunstancias hasta ahora desconocidas en Grecia: prosperidad económica, desarrollo artesanal y comercio marítimo floreciente, regímenes políticos más flexibles y tolerantes, apertura a civilizaciones orientales que aportan nuevas ideas y nuevos conocimientos.

Esta nueva situación de intercambios comerciales va a convertir en obsoletos los valores tradicionales (aristocráticos) sobre los que se asentaba la sociedad. El comercio trae consigo la aparición de la moneda y los viajes, el contacto con otras culturas; la ciudad griega (pólis), la democracia y la ley (nomos) nacen de la exigencia de una nueva moral y justicia basadas en el intercambio entre ciudadanos libres e iguales(frente a los valores aristocráticos). Todos estos factores van a contribuir a la aparición una nueva forma de pensamiento, el pensamiento racional, que sólo puede emerger en una atmósfera de libertad para la crítica e igualdad en las relaciones sociales, que alcanzará su apogeo en la Atenas del siglo V.

Un hecho decisivo será el contacto con otros pueblos y otras culturas ya que pone en evidencia que cada pueblo se representa a los dioses de una manera y tiene una visión del mundo diferente. Esto llevará a los griegos a cuestionar sus propias creencias, sus propios mitos, su propia sabiduría popular (relativización de la propia tradición cultural); y hará surgir en ellos la necesidad de explicar de una manera distinta los hechos naturales y, en general, todas las cuestiones de la vida; una explicación que sea más lógica, más convincente que las explicaciones antiguas. En definitiva, los mitos se quedan obsoletos y aparece una explicación racional del Universo.


1.2 el paso del mito al logos

En el contexto en que nos movemos, se entiende por Mito el conjunto de narraciones e historias tradicionales de los poetas Homero y Hesiodo que dan respuesta a todo tipo de cuestiones:

Sus características más importantes son:

- Explicación total. En los mitos se hallan respuestas a toda clase de enigmas y problemas, acerca del origen y naturaleza del universo, del hombre, de la civilización y la técnica, de la organización social, etc.

- Personificación de los fenómenos y fuerzas de la naturaleza (el fuego, el viento, el relámpago, etc). Los fenómenos naturales son dioses o acciones de dioses en los mitos. La consecuencia directa de esta característica es la arbitrariedad de los fenómenos naturales, dado que estos dependen de la voluntad caprichosa de los dioses. Esta arbitrariedad, en principio, hace imposible la ciencia pues implica la ausencia de regularidades o leyes en la naturaleza.

Paradójicamente, la idea del destino (fuerza cósmica a la que están sometidos dioses y hombres) está muy presente también en el mito e implica necesidad, pero siempre tiene un carácter ilógico y misterioso.

- Estos mitos se creen y mantienen por la fuerza de la tradición. La respuesta a la pregunta del por qué, es: “siempre ha sido así, así me lo enseñó mi padre, y a él, el padre de mi padre…” Los mitos están siempre refrendados por la tradición y son por ello infaliblemente verdaderos.


El “Logos” o la Explicación racional comparte con el Mito la característica de que abarca todos los campos o esferas de la realidad; es por tanto también una explicación total. Pero, en todo lo demás ambos tipos de explicación son opuestos.

En el “Logos”, no se divinizan o personifican las fuerzas o fenómenos de la naturaleza, por lo que, la idea de arbitrariedad de la naturaleza que rige en los mitos se sustituye en el “Logos” por la idea de necesidad (despojada de su carácter ilógico y misterioso): las cosas suceden cuando y como tienen que suceder. Y si las cosas suceden necesariamente, es quizá porque hay algo permanente en ellas. Los griegos llamarán esencia a lo que las cosas son independientemente de sus cambios de apariencia y estado.

Por último, la explicación racional se apoya en sí misma y no en la tradición; y es tanto más creíble cuanta más fuerza de convicción tienen los argumentos, razones o pruebas en que se sustenta. Por ello mismo, no es infalible, puede ser sometida siempre a discusión y a diálogo.


Así pues, la aparición de filosofía (y de la ciencia también) coincide con la irrupción del “Logos” y el consiguiente abandono del pensamiento arcaico característico de los mitos. No obstante, es importante entender que la ruptura con el mito no fue radical o definitiva sino que se produjo de una manera progresiva. El mito seguirá presente, aunque fundido con elementos racionales, en las primeras formulaciones filosóficas. Además, algunos filósofos recurrirán a los mitos y los utilizarán como un recurso pedagógico para hacer más comprensibles sus doctrinas (p.e Platón).

Los primeros filósofos están claramente convencidos del poder de la razón para conocer la realidad en su conjunto. Ahora bien, este conocimiento como veremos se va a desarrollar en un proceso complejo y lleno de matices, articulándose en torno a conceptos enfrentados sobre los que se irá construyendo la trama de las primeras formulaciones racionales. Así por ejemplo, algunos pensadores creen que para conocer lo que las cosas son de verdad, lo que tienen todas en común y permanente es necesario hacer un esfuerzo de abstracción e ir más allá de los sentidos, pues estos solo nos muestran una multiplicidad de apariencias. Esto dará pie a la distinción, muy presente en las primeras explicaciones filosóficas, entre la razón y los sentidos, como fuentes de conocimiento distintas e incluso opuestas. Otras importantes distinciones o parejas de conceptos contrarios (relacionadas con la anterior), y referidas no ya al conocimiento sino a la realidad serán: la unidad, lo permanente, lo que es frente a la multiplicidad, lo cambiante, lo que parece ser..



1.3.- la naturaleza (physis)


La naturaleza (physis) desde un primer momento será el gran problema de la filosofía. En su afán de hallar lo permanente y común de las cosas lleva a los primeros filósofos a pensar que tal vez todo el universo (cosmos) se reduce, en último término, a uno o a muy pocos elementos o principios. Es decir, estos pensadores creen que por encima (o por debajo) del caos que aparentemente reina por todos los lados, existe un principio o principios básicos que lo explican todo. Es lo que ellos llagan “arché” o “physis”.


Sin embargo, concepto de “physis” (naturaleza) es un concepto complejo que es preciso aclarar. En principio, hay que decir que e puede entender de dos maneras distintas:


1º) Totalidad del universo, conjunto de seres que hay en el universo (menos las cosas producidas por el hombre, las cosas artificiales)

2ª) Modo de ser propio y permanente de las cosas, lo que las cosas son, la esencia de las cosas.


Las características principales de la naturaleza son: (a) la necesidad, todo ocurre como nos dicen las leyes naturales, nadie puede cambiarlas (el universo es, un todo ordenado, un cosmos y no un caos) y (b) un dinamismo que es propio de sí misma.


Seres naturales ------------------------------------- Seres artificiales

(movimiento propio, intrínseco) (producidos por el hombre)


Aparte de las características mencionadas, hay que decir que los griegos pensaban que la naturaleza es eterna, no ha sido creada por ningún dios; ella es propiamente lo divino (panteísmo). Muchos griegos creían también en el “eterno retorno”, una teoría según la cual el inicio y el fin de los tiempos coinciden y se repiten eternamente. (Probablemente esta idea se deba a una transposición del ciclo de las estaciones al cosmos en general).


El concepto naturaleza está emparentado con el de esencia. Se suele entender por esencia el ser permanente de las cosas por oposición a sus aspectos variables y cambiantes. La naturaleza sería el ser permanente de las cosas pero, en tanto que determina un cierto tipo de actividades u operaciones propias (la esencia desde el punto de vista dinámico). Preguntar por la naturaleza es preguntar por el ser de las cosas y partiendo de él explicar sus movimientos y procesos.


Los griegos que se atrevieron a dar una explicación racional del universo se preguntan por la naturaleza. De hecho, ésta es la pregunta con la que comienza la filosofía. Ahora bien, el enfoque de estos primeros filósofos y científicos no es el actual. Cuando se preguntan por la naturaleza realmente lo que están buscando es:


EL ORIGEN: aquello a partir del cual se generan los seres del universo. EL SUSTRATO: aquello en lo que consisten los seres del universo. LA CAUSA: aquello que explica las distintas transformaciones del universo. Para algunos autores la naturaleza de los primeros filósofos lleva implícita además la idea de FIN al que todos los seres acaban yendo antes o después cuando se corrompen o degradan.



2.- LAS PRIMERAS EXPLICACIONES RACIONALES DE LA NATURALEZA: LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS.


Los primeros filósofos se conocen con el nombre de “presocráticos”. Se llaman así porque, con alguna excepción, todos son anteriores a Sócrates. Todos los filósofos presocráticos comparten unos rasgos comunes:






Los autores llamados presocráticos pueden clasificarse de diversas maneras, su origen, el tipo de elemento que consideran etc. Debido a que en el desarrollo del pensamiento presocrático Parménides ocupa un lugar central, podemos hablar de la filosofía antes de Parménides y después de Parménides, esta es la división que hemos elegido.


1. La filosofía presocrática anterior a Parménides comprende distintos autores y escuelas:

a) Los filósofos Tales, Anaximandro y Anaxímenes proceden de Mileto. Se los denomina, por ello, milesios y también Escuela de Mileto. Los tres propusieron una explicación monista, es decir, establecieron que el principio o arché del universo es una sustancia primordial de la cual proceden y están constituidas todas las realidades que existen. Tales y Anaxímenes propusieron respectivamente como sustancia primordial el agua y el aire. Anaximandro, por su parte, afirmó que el principio es una sustancia indeterminada e infinita que denominó "ápeiron" (esta palabra significa precisamente eso: "indeterminado", "infinito").

b) Heráclito propuso como sustancia primordial el fuego. En uno de los textos que conservamos de él se dice que el fuego es una sustancia en constante transformación, y de ahí que afirme que la realidad se halla en constante devenir. Este devenir, o fluir universal, no es, sin embargo, caótico, sino que obedece a una ley o medida. Hay, pues, un orden, una ley que Heráclito denomina logos: todo sucede conforme a esta ley, o logos. Esta ley universal comporta, en fin, la lucha de contrarios. Tiene por tanto una visión dialéctica de la realidad.

c) Los pitagóricos constituyen un grupo o escuela fundada por Pitágoras alrededor del año 530 a.C. De Pitágoras apenas sabemos nada con certeza. En cuanto a la escuela o secta pitagórica, su interés para la filosofía es doble: 1) Desde el punto de vista antropológico, es de destacar que sostuvieron la inmortalidad y la transmigración de las almas. 2) Desde el punto de vista cosmológico, atendieron a la armonía y orden del universo subrayando la estructura matemática del cosmos. Afirmaron que el universo está "hecho" de números y que, por tanto, los principios de los números son, en último término, los principios de todas las cosas. Estos principios últimos de los números (y por tanto, de toda la realidad) son, decían, "lo par" y "lo impar" que consideraban, respectivamente, como "ilimitado" y "limitado", Al contrario que los milesios y que Heráclito, no mantuvieron una explicación monista, sino dualista, basada en dos principios originales.

Si Tales y sus seguidores dieron lugar a una corriente de pensamiento que condujo a la escuela atomista, a la alquimia y a la química, y a nuestra teoría contemporánea de la materia, con Pitágoras y su escuela se crea otra corriente que dará lugar al primer intento de considerar el cosmos y lo que en él ocurre, en términos de número y medida.


2. La filosofía de Parménides

Parménides, como hemos señalado, marca un hito decisivo en el desarrollo de la filosofía griega. En efecto, como consecuencia de su doctrina, la pregunta sobre el origen del cosmos tornará un rumbo totalmente diferente. Expuso su teoría en un Poema que se divide en dos partes: la vía de la verdad, en la que Parménides expone su propia doctrina filosófica, y la vía de la opinión (dóxa) que él considera como engañosa.

Comentemos pues la vía de la verdad; nos dice Parménides: “el primer camino es el único verdadero: que es y es imposible que no sea”. ¿Qué nos quiere decir con esta frase?. Probablemente sólo que “lo que es” (el ser) es y es pensable. El no-ser, ni es ni es pensable. La nada (no-ser) no se puede pensar. A partir de este principio evidente, Parménides deduce que el ser debe ser ingénito e imperecedero, finito, continuo y único; indivisible e inmóvil. Supongamos, por el contrario, que el ser tiene un origen ¿de dónde procede?, de algo diferente, del no-ser. Pero el no-ser no se puede pensar y por lo tanto no existe. Cualquier demostración que nos lleve a admitir el no- ser debe ser abandonada por irracional. En conclusión:

a. A partir de una única realidad es imposible que surja la pluralidad, lo que no hay, lo que no había originalmente, no puede originarse. Lo que hay desde siempre no puede tampoco ser destruido.

b. Lo que es, hay o existe, es necesariamente único, es decir, una única realidad.

Las consecuencias de estas dos afirmaciones son tajantes e ineludibles: si, por una parte, de una única realidad no puede surgir la pluralidad y si, por otra, la razón nos obliga a aceptar la existencia e una única realidad, no habrá más remedio que declarar que el movimiento y la pluralidad son irracionales, ininteligibles. Ciertamente, la experiencia sensible nos muestra un mundo donde hay pluralidad y hay movimiento. Pero esta experiencia resulta contraria las exigencias de la razón. De este modo, Parménides sienta las bases para la oposición radical entre razón y sentidos.


3. La filosofía presocrática posterior a Parménides


Después de Parménides, la explicación acerca del origen del universo cambió sustancialmente de rumbo.

De una parte, la afirmación parmenídea de que a partir de la unidad (de una única sustancia) no puede surgir la pluralidad obligó a los filósofos a abandonar el monismo: resultará necesario poner como origen, no un principio, sino una pluralidad de principios (pluralismo).

De otra parte, la lógica parmenídea obligó a los filósofos a atribuir a esa pluralidad de principios las propiedades que Parménides atribuía a la realidad única: los principios serán eternos, inengendrados e indestructibles, inmutables e indivisibles.

Tres son los filósofos pluralistas post-parmenídeos más destacados:

a) Empédocles de Agrigento (493-433 a.C., aprox.) propuso que el universo procede de la combinación de cuatro elementos o raíces: fuego, aire, agua y tierra. Cada uno de ellos posee las características que Parménides atribuye al ser. Su combinación y disgregación dan lugar al cosmos bajo la acción de dos fuerzas, de atracción y repulsión respectivamente, que denomina Amor y Odio.


b) Anaxágoras (500-428 a.C., aprox.) -al igual que todos los pluralistas- aceptó como evidente el razonamiento parmenídeo de que ninguna realidad nueva puede originarse. Aceptado este principio, no le quedaría otro recurso que afirmar que todo existe desde siempre. Partículas diminutas de todas las sustancias existían y existen por siempre; en los hombres predominan las partículas de hombre, pero, en realidad, en el ser humano -como en el resto de los seres- hay partículas ("homeomerías o spérmatas) de todas las sustancias del universo: “todo participa de todo”, dice Anaxágoras.

Estas innumerables partículas se encontraban originalmente mezcladas en una masa compacta y maciza, sin intersticios ni separación alguna. Queda así explicado el origen de la pluralidad, pero ¿cómo se explica el movimiento? ¿Cómo empezó a moverse esta masa compacta originaria, de modo que las partículas fueran separándose y uniéndose para dar lugar a los distintos seres? Anaxágoras recurre a una causa exterior, un Entendimiento (en griego, Noús) que imprimió a esta masa inerte un movimiento de remolino.

El recurso, por parte de Anaxágoras, al entendimiento abre perspectivas nuevas, que más tarde serán recogidas por Platón y Aristóteles. En Anaxágoras aparece por vez primera de modo explícito la idea de un dios como principio rector del universo. Esto parecía llevar a una concepción del orden del universo como resultado de una inteligencia que actúa conforme a fines, de modo tal que el resultado de los procesos naturales sea siempre la consecución de la mejor, de la máxima perfección y belleza.


c) Demócrito. El atomismo . Juntamente con su maestro Leucipo, Demócrito (nacido el 460 a.C., aprox.) ofreció una respuesta más audaz y más radical. Frente a Anaxágoras, Demócrito considera que los elementos últimos de la realidad no pueden ser divisibles infinitamente, pues en ese caso, el mundo sería inestable. Por ello concluyó que los elementos últimos debían ser indivisibles y por ello los llamó “átomos”.

Junto con los átomos, el vacío forma parte de la naturaleza del universo (criticando así a Parménides). El papel desempeñado por el vacío es decisivo. No sólo hace posible la pluralidad, sino también el movimiento. Anaxágoras, como veíamos, había admitido una pluralidad de partículas originalmente mezcladas en una masa compacta. Al no admitir el vacío, estas partículas quedaban "aprisionadas" en la masa originaria, compacta e inerte. Admitido el vacío, por el contrario, los átomos pueden moverse libremente en él. La pregunta " ¿por qué y cómo se inició el movimiento?" tiene sentido en el caso de Anaxágoras (lo inició el Nous o Entendimiento), pero no tiene ningún sentido en el atomismo: el movimiento no se inició en ningún momento, los átomos se mueven eternamente en el vacío. La naturaleza no necesita a Dios para ser explicada.

El atomismo de Leucipo y Demócrito alumbró definitivamente una concepción, un modelo mecanicista de la naturaleza: el universo no está presidido por plan alguno trazado por una inteligencia trascendente. El universo es el resultado de una necesidad ciega y opaca, que para el ser humano viene a confundirse con el azar. La concepción mecanicista quedará como modelo siempre disponible, que, tras un largo período de oscurecimiento, volverá a resurgir con fuerza a partir de la Edad Moderna.

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