EL NOMBRE DE HIPATIA LO ESCUCHÉ POR PRIMERA VEZ

  Datos del Alumno Apellidos y Nombre nif
NOMBRE DE LA ORGANIZACIÓN INFRACCIÓN DE REGLAS DE
NOMBRE DE TAXONOMÍA DOCUMENTO RESUMEN BORRADOR INTERNO FECHA 20010101

5 CURRÍCULUM VITAE NOMBRE MICHAEL WINDFUHR FECHA
5 NOMBRE DE LA ORGANIZACIÓN REGLAMENTO INTERNO
DATOS PERSONALES NOMBRE Y APELLIDOS (NIÑOA) FECHA DE

El nombre de Hipatia lo escuché por primera vez en boca de una vieja amiga argentina

El nombre de Hipatia lo escuché por primera vez en boca de una vieja amiga argentina. Me habló de ella con admiración, casi como si hablara de una madre remota, pero me parecio que, aún hoy, en ciertas sociedades su historia sigue estando vigente.


Hablar de Hipatia es hablar de la Biblioteca de Alejandría; de hecho se dice que ella fue la última científica que trabajó en la famosa biblioteca, cuya desaparición sigue estando teñida de confusión, ya que a ciencia cierta no se sabé quién la destruyó, si es que realmente la destruyó un incendio, o si acaso el supuesto incendio pudo ser la coartada perfecta para el mayor saqueamiento intelectual del mundo antiguo. Algo así como “nada, ahora incendiamos el puerto, creamos la confusión y mientras la chusma mira el fuego nos robamos un medio millón de papiros”. En ese caso, el incendio tuvo que ser todo lo bastante importante como para que esta gente (¿los moros?¿los cristianos?¿quiénes?) tuviera tiempo de robarse todo y esconder bajo tierra, entre otras cosas, el centenar de obras de Sófocles que faltan, habida cuenta de que hoy en día sólo conocemos unas siete de ellas y el resto ya es historia, y estará bajo tierra o en la caja fuerte de algún habitante de Ganímedes.


Según Carl Sagan, la pérdida es incalculable. Para poner un ejemplo diré que mientras los cristianos se empecinaban en creer que la tierra era plana, ya antes de Copérnico un estudioso de la biblioteca llamado Aristarco de Samos, sostenía que la Tierra gira alrededor del Sol. Su destrucción pudo costarnos más de mil años de historia.


Suene a cuento chino o no, se sabe que Alejandría (fundada, naturalmente, por Alejandro, que además de haber sido militar y conquistador tuvo a bien ser lo bastante magnánimo con las artes y las ciencias como para ser bautizado con justicia el magno) fue la cuna del renacimiento antiguo, si se me permite la comparación. Un sitio donde, según lo atestiguan las crónicas, convivían en perfecta armonía egipcios, griegos y africanos, se mostraba respeto por todos los credos, y se estimulaba el estudio de las ciencias y las artes. Una verdadera utopía hedonista y un milagro urbanístico que en su tiempo debe haber sido algo así como un híbrido entre Nueva York, Babilonia, y el Museo Smithsoniano. Sin embargo Alejandría era una sociedad de clases no excenta de esclavos, y está claro que el pueblo –la plebe, o sea la mano de obra barata constructora de carreteras- no tenía (parafraseando a Sagan) tarjeta de consulta para visitar la famosa biblioteca, con lo cual la educación y el conocimiento estaba reservado a una clase selecta.


Hipatia, que era la hija de Teón de Alejandría, famoso matemático y antrónomo, pertenecía a la clase selecta y fue educada en un ambiente refinado y culto. Cosa rara, a juzgar por la escasa importancia que se le daba a la mujer en aquella época, y más extraño aún si se piensa que su primer maestro fue el propio Teón, que la instruyó en historia de las religiones, oratoria, matemáticas, álgebra, filosofía neoplatónica y cuántas verduras intelectales se cocían por entonces. Además se cuidó de que la muchacha creciera muy bien alimentada, con lo cual se convirtió en una mujer de gran belleza con una legión de admiradores a sus pies. Pero Hipatia nunca llegó a casarse y su vida estuvo consagrada por entero a la ciencia. De hecho fue una gran maestra. Entre otras cosas escribió varios tratados, enseñó Matemáticas, Filosofía, Álgebra y Astronomía, y contruyó algunos aparatos científicos. Poco se conserva sobre ella, pero se sabe que estuvo en contacto con eminantes personajes que llegaban de otras latitudes a dejarse instruir, y si tomamos en cuenta que por entonces el vehículo más veloz era el caballo (sin olvidar al pintoresco camello) pues ya me direis si valía la pena o no tomar clases con esta mujer.


No olvidemos que estamos hablando de una época de grandes desajustes políticos y guerras a trochi mochi, una edad del mundo en que, tras el largo período de paz y prosperidad que supuso la floreciente Alejandría, griegos, moros, cistianos y judíos ya empezaban a inquietarse. Se sabe que hay tres cosas importantes que mueven al homo sapiens, a saber: alimentarse, practicar un ritual, y hacer la guerra. Todo lo demás en el mejor de los casos está destinado al entretenimiento, y en el peor pues se lo archiva en un cajón bien cerrado de la historia o se lo borra del mapa. Por entonces, los más interesados en borrar del mapa el conocimiento heredado de los griegos y la peligrosa tendencia a practicar religiones politeístas, eran los cristianos. Y siempre que hay cristianismo, hay inquisición.


Es en esta parte de la historia cuando aparece nuestro benemérito obispo Cyrilo, romano él, igual que Orestes, que además de ser gobernador de Alejandría... era amigo, discípulo –y posiblemente- amante de Hipatia. Menudo problema para Cyrilo, que intentaba limpiar todo aquello de judíos y herejes, haciendo méritos a fin de opositar a la categoría de santo de la Iglesia, mediante el apoyo de un grupo de fanáticos y de la clase baja ya harta de la exclusión. En opinión de Cyrilo, no era justo que el gobernador escuchara más los consejos de esa mujer – una hija de Eva, pagana ella, y seguro que con una manzana envenenada bajo la manga, como todas las brujas- que los suyos propios. Había, pues, que deshacerse ella.


Aunque no haya pruebas fehacientes que le incriminen de manera directa en el asesinato de Hipatia, tampoco hay pruebas de que la Biblioteca de Alejandría haya sido quemada deliberadamente, y si tú preguntas a alguien quién cree que lo hizo, pues te dirá que la quemaron los árabes, pero tampoco hay pruebas de que hayan sido ellos. Lo que se sabe es que cierta noche una turba de cristianos fanáticos del obispo Cyrilo arrancó a Hipatia de su carruaje, la llevaron a un monte y allí la violaron, la atormentaron, la despellejaron con conchas afiladas, la desmembraron y esparcieron sus restos por toda la ciudad. Su cuerpo, como los delicados papiros escritos a mano de la biblioteca desaparecida, se desintegró lentamente hasta convertirse en cenizas y se mezcló con la sangre oscura de la tierra y de las batallas, el mundo ingresó en la Edad Oscura, desapareció la civilización clásica, y el nombre de Hipatia se enterró en el olvido durante más de quince siglos.



eric dijo


Quisiera, con tu permiso aportar algo más. Verás, el estar en Alejandria le dió oportunidad de tener contacto con el conocimiento antiguo de los saberes del Antiguo Egipto de los faraones. Eso le proporcionó conocimiento de magia, esoterismo, astrologia, propiedades de las hierbas, conocimiento sobre talismanes,esencias, etc,etc, que fue lo que dió baza a los cristianos para acusarla de hechicera y bruja. Pero lo más aberrante es que trás su muerte, la Iglesia vió que el pueblo la quería, y no pretendian olvidarla; asi que hubo que recurrir a una treta utilizada cientos de veces por la iglesia de Roma: cristianizar algo pagano. Y así fue como Hìpatia se transformó en María la Egipciaca.

Una nueva vida, esta vez cristiana, para diluir el recuerdo del pueblo ( algo asi como Prisciliano y el supuesto apostol enterrado en Compostela).



eric dijo


Siempre me atrajo la lectura y el estudio de los fundamentos espirituales y religiosos de los pueblos; en qué se basaban, sus cosmogonías, como se influían mutuamente ( las que estaban en contacto ). Con respecto al Cristianismo me sorprendía el hecho de que viviendo inmerso en él multiples preguntas no eran respondidas. Así que había que aproximarse dando "un rodeo". El estudio lingüistico ( sobre todo centrado en el fenomeno del doble significado que puede tener una palabra en dos idiomas diferentes),Cátaros, gnosticos, templarios, investigación sobre la novela de "las tentaciones de San Antonio", cristianización de ritos paganos, asimilación de leyendas,estudio del Concilio de Nicea, qué dejó por el camino la Biblia cuando superó la Torah y cuales fueron las diferencias en las traducciones que posibilitaron su evolución y la posterior aparición del Corán ( muchos, muchos "errores" de traducción ) la lectura de los pergaminos de Nag Hammadi, el estudio de la Edad Media ( que no fue una época "tan oscura"), Heterodoxia cristiana... me dieron respuestas y conocimientos de la mayor mentira jamás contada ( hablo en términos de Iglesia-institución-poder). En el caso de Hipatia, fue a través de una novela, dónde se dejaba entrever lo que comento arriba. Me llamó la atención y, como siempre, empecé a buscar "dando un rodeo". El estudio de Prisciliano me fue lo que me hizó llegar. En cuanto a la novela te buscaré



Hipatia de Alejandría dijo


Si te interesa el tema de los dobles significados, la Edad Media y el lado oculto de la historia, te recomiendo un buen libro (quizá ya lo hayas leído) y es "El misterio gótico", de Gerard de Sède. Coincido en que la Edad media quizá no haya sido un período tan oscuro como dicen, después de todo es época de confluencias... que la iglesia se haya ocupado de pergueñar lo que tu llamas "la mentira más grande jamás contada" (es buenísimo eso), ya es cosa bien distinta, pero ¿que pasaría dentro del cazo?¿Cuántas bibliotecas se habrán quemado en secreto después de la de Alejandría?


Tu comentario me ha parecido sumamente interesante porque me trae el recuerdo de que les debo un post a mis queridas brujas... ¡¡¡y del pintoresco origen de sus escobas!!!


Busqué en la Red a tu María Egipcíaca, y curiosamente resulta ser una prostituta que se volvió santa (¿María Magdalena, la famosa novia libre de Jesús?), pero no la relaciona en absoluto con Hipatia. Si está novelada, como dices, no es de extrañar que el autor de la novela haya llegado a conclusiones parecidas a las nuestras. Pero sí que me interesaría leerla, sí.



eric dijo


creo que la muerte de Hipatia no pudo ser demostrada con testigos por una investigación que se abrió a raíz de la acusación de Orestes contra Cirilo. Este dijo que se la vio en tierras griegas. Por otro lado, el único testimonio es el de Socrates Scholasticus, un historiador "casualmente" cristiano que bien pudo narrar el acontecimiento de manera ejemplarizante frente a mujeres con veleidades de conocimiento y paganos recalcitrantes. Así pues una muerte no demostrada se une a una aparición milagrosa, 46 años después, de María surgiendo del desierto y encontrada por Zosimo, que curiosamente coincide en nombre con el griego alquimista de la época con la que tuvo relación Prisciliano ( por su ascendencia celta le interesaba todo lo relacionado a lo que el cristianismo consideró brujeria y envió a uno de sus seguidores para recabar conocimientos a Egipto donde vivia Hipatia y Zosimo).



Hipatia de Alejandría dijo


Ojalá Sócrates el Escolástico se lo haya inventado y la astuta Hipatia se haya largado, que bien se lo merecía. A mí siempre me sonó muy cruel el final que tuvo, y sí "muy ejemplificador", tanto como para alimentar el mito, y su hijo, el morbo.


DR NOMBRE Y APELLIDOS HOSPITAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE
EXAMEN TEORICO EXCAVADORAS N° 1 NOMBRE FIRMA FECHA
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