TEMA 10 LOS FASCISMOS EL FASCISMO ITALIANO Y EL

TEMA 10 LOS FASCISMOS EL FASCISMO ITALIANO Y EL






TEMA 9

TEMA 10 LOS FASCISMOS: EL FASCISMO ITALIANO Y EL NAZISMO ALEMÁN


ESQUEMA


1.- Ideología y sistema de gobierno de los regímenes fascistas.

1.1.- Introducción: la situación crítica posterior a la Primera Guerra Mundial.

1.2.- Precedentes doctrinales.

1.3.- Condicionamientos históricos del fascismo.

1.4.- La base social del fascismo.

1.5.- La ideología fascista.

1.6.- Función social del fascismo.

1.7.- Los métodos de gobierno.

1.7.1.- Partido único.

1.7.2.- Terror irracional.

1.7.3.- Monopolio propagandístico.

1.7.4.- Movilización, control y dirección de las masas.

2.- Fascismo.

3.- Nazismo.

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1.- IDEOLOGÍA Y SISTEMA DE GOBIERNO DE LOS REGÍMENES FASCISTAS.

1.1.- Introducción: la situación crítica posterior a la Primera Guerra Mundial.

Al concluir la Primera Guerra Mundial los presupuestos tradicionales se vieron trastrocados: el liberalismo entra en crisis, el desaliento y la crítica cunden por todas partes, se habla de decadencia, etc. Para colmo, ha surgido un nuevo modelo de sociedad al triunfar el comunismo en la Unión Soviética. Pues bien, sin el liberalismo en crisis y sin el socialismo convertido en sistema no se puede entender el fascismo, ya que constituye una reacción contra ambos, aunque lo que de verdad pretende el fascismo no es otra cosa que sacar a flote al capitalismo en base a una nueva forma de organización estatal totalitaria.

1.2.- Precedentes doctrinales.

Es difícil precisar cuáles son los antecedentes doctrinales del fascismo, sobre todo en el caso italiano, donde Mussolini se jactaba de que en su movimiento predominaba más la acción que la palabra; algo más elaborado fue el nazismo alemán, cuyo arranque está en el libro Mein Kampf (Mi lucha), de Hitler, y cuyo desarrollo lo vemos en las doctrinas de Rosenberg, filósofo oficial de los nazis, y en la divulgación de Goebbels, ministro de propaganda de Hitler y propagandista del III Reich.

En líneas generales, pueden considerarse precedentes ideológicos del fascismo los siguientes:

a) Las obras de Gobineau y Houston Chamberlain sobre el racismo y el antisemitismo, exaltando pseudocientífica-mente a una raza superior, dentro de una corriente antijudía que abundaba en Europa.

b) El nacionalismo estaba vigente desde el Risorgimento italiano o desde el romanticismo alemán; recuérdese la obra de Fichte Discursos a la nación alemana.

c) La idea del determinismo geográfico incide en una tesis tan fascista como la del espacio vital.

d) El imperialismo, como exaltador del ultranacionalismo, también inspira al fascismo: derivación de ello es el pangermanismo o las teatrales acciones de Gabriele d'Annunzio (expedición armada a Fiume).

e) La violencia, predicada por Sorel, y los pensamientos que exaltan la dureza contra la oposición interna como única dialéctica, constituyen otra de las bases doctrinales del fascismo.

f) También es otra de esas bases la concepción pesimista de la Historia, visible en la obra de Oswald Spengler La decadencia de Occidente, donde la democracia aparece como algo inadecuado.

g) Por último, otro supuesto fascista como la distinción elites-masas fue defendido anteriormente por pensadores como Vilfredo Pareto.

Esto no significa que todos los autores citados fueran necesariamente fascistas; pero sí que todo su pensamiento, o parte del mismo, fuera mezclado con otros ingredientes para dar lugar a una determinada alternativa política.

1.3.- Condicionamientos históricos del fascismo.

El fascismo responde a unos presupuestos específicos del periodo de entreguerras. En su nacimiento inciden la crisis económica y social, el fantasma del comunismo y el apoyo del gran capital.

La crisis económica fue clara en Alemania y en Italia y repercutió gravemente en la clase media burguesa y en el proletariado; ni Alemania ni Italia tenían colonias adonde recurrir ante la crisis: un movimiento como el fascista que hablaba de imperios y de desquites, que hablaba de seguridad frente al caos y el desorden, aparecía como solución.

La otra alternativa era el socialismo; de ahí que flotara en el ambiente de las clases acomodadas el recuerdo de 1917 y el temor al proletariado. De esta forma, el gran capital apoyó decididamente al fascismo aunque éste se definiera como anticapitalista.


1.4.- La base social del fascismo.

Está constituida por grupos muy heterogéneos. Aunque hubo proletarios adheridos o simpatizantes con el fascismo, proletarios desilusionados o poco concienciados, el papel básico en el fascismo correspondió a empleados, profesionales, funcionarios y estudiantes; en Italia, un estudio realizado en 1930 mostraba que de los 308 jefes fascistas, 254 pertenecían a la pequeña burguesía.

1.5.- La ideología fascista.

Los principios en los que se fundamenta el fascismo son simples y poco rigurosos. De ellos destacan:

a) La idea del pueblo como comunidad de destino y el estado totalitario.

b) Un líder, porque el pueblo quiere poder y dirección fuertes para cumplir su destino histórico.

c) Una víctima propiciatoria que ha de ser exterminada porque dificulta que el pueblo pueda cumplir su misión: son los extranjeros, los masones, los gitanos, los homosexuales, los judíos, etc.

d) Propiedad privada y anticapitalismo, dos conceptos contradictorios. Pero lo primero sirve para acallar a la burguesía y encontrar el apoyo de las clases altas, mientras que el anticapitalismo se esgrime ante el proletariado. Por cierto, que la postura anticapitalista fue poco a poco eliminada.

e) Militarismo imperialista: el soldado es el tipo humano ideal y la guerra la suprema forma de realización.

1.6.- Función social del fascismo.

La función social del fascismo nace de su alianza con los sectores que lo apoyan.

a) Por un lado está el ejército, que espera posibilidades de promoción, una política de rearme y un esquema militar de la sociedad que le satisface.

b) La burocracia se halla contenta con el orden imperante y el poderío nacional.

c) Las Iglesias apoyan inicialmente a los fascismos: piénsese en la pastoral de los obispos alemanes de 1933 o en el Tratado de Letrán de 1929. Pero, por hechos posteriores, cambió la postura de la Iglesia y en sendas encíclicas fueron condenados el fascismo italiano y el nazismo alemán: el control educativo y la violación de los derechos humanos motivaron estas tardías condenas.

d) El gran capital esperaba la constitución de un ejecutivo fuerte en momentos de invalidez de los mecanismos de la economía de mercado y de la libre competencia. Con el fascismo, los empresarios recobran la dirección personal de los negocios y actúan como jefes de empresas; la empresa se concebía como comunidad y no se toleraban los sindicatos de clase, salvo los controlados por el poder.

De todo lo expuesto se deduce la función social de los fascismos: afianzamiento del capitalismo, eliminación del peligro de los movimientos obreros, explotación de la mano de obra, etc.

1.7.- Los métodos de gobierno.

1.7.1.- Partido único, jerarquizado, bajo el mando del líder: es el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán o el Partido Nacional Fascista Italiano. Ambos disponían de fuerzas paramilitares, como las SA alemanas o la Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional en Italia, fuerzas que en ocasiones fueron un obstáculo para que el ejército apoyara al partido, lo que provocó su exterminio (Noche de los Cuchillos Largos de 1934, que supuso la eliminación de las SA).

1.7.2.- Terror irracional, o lo que es igual, espectacular procedimiento de gobierno que supone la represión total y permanente. El uso del terror es algo consustancial al fascismo, no sólo para atemorizar a sus oponentes sino también para dominar a las masas. Los aparatos policiacos fueron tristemente célebres: la GESTAPO alemana, la OVRA (Opera Volontaria Repressione Antifascismo) italiana...

1.7.3.- Monopolio propagandístico. El lenguaje de la propaganda fascista es el lenguaje de la violencia y la autoridad, mezclándose el discurso reaccionario y el revolucionario. En Alemania, la labor de Goebbels fue decisiva: control de periódicos, de la radio, de la cultura, del arte, etc. Se ataca al liberalismo y al bolchevismo, se exalta la raza, el nacionalismo, etc.

Ciertas instituciones de control de masas desempeñaron un gran papel en estos sistemas; es el caso del Dopolavoro italiano (ocio de los obreros) o las organizaciones juveniles, como los Balillas fascistas o las Juventudes Hitlerianas.

1.7.4.- Movilización, control y dirección de las masas, que se logra mediante un sistema de organizaciones populares servidas por una burocracia, verdadero pilar del sistema.


2.- FASCISMO.

Al término de la Primera Guerra Mundial el desencanto reinaba en Italia al no conseguir todos los objetivos perseguidos (la llamada “victoria mutilada”). El desorden en la vida política era manifiesto, con continuas crisis ministeriales que acabaron por desacreditar al régimen liberal. La economía se encontraba en un estado lamentable, con frecuentes cierres de empresas que aumentaban peligrosamente el número de parados. El índice del coste de la vida se cuadruplica entre 1914 y 1920 lo que provocó una gran agitación social. Todos estos factores van a favorecer el ascenso de Mussolini.

Los Gobiernos democráticos eran incapaces de solucionar la situación, destacando dentro del gran abanico de partidos el Partido Socialista Italiano, que estaba dividido en tres tendencias, y el Partido Popular Italiano, fundado en 1919 por el sacerdote Don Sturzo, apoyado por el papa Benedicto XV.

Ese mismo año Mussolini crea el fascismo italiano con la fundación de los fascii italiani di combattimento (fascios italianos de combate) y las scuadre d'azione (escuadras de acción). Preconizaba reformas económicas y sociales y se mostraba agresivo en política internacional, reivindicando Fiume y Dalmacia.

Benito Mussolini nació en 1883, hijo de un herrero socialista. En 1900 ingresa en el PSI y dirige el diario Avanti. Sus padres ideológicos fueron Marx, Nietzsche, Pareto y Sorel. Con el estallido de la guerra es expulsado del PSI por su postura belicista. Funda el periódico Il Popolo d'Italia y combate en la guerra con la graduación de cabo.

Con la fundación del primer fascio de combate, los fascistas pasan a la acción oponiéndose a los municipios socialistas y comunistas. Las ocupaciones revolucionarias de fábricas contaron con la oposición fascista, lo que provocó que la Cofindustria (patronal) apoyara al fascio.

En 1921 se funda el Partido Nacional Fascista y en las elecciones de ese mismo año los fascistas obtienen 36 escaños (sobre 520). Los socialistas descienden a 122 escaños y los gubernamentales liberales de Giolitti1 obtienen 240. Aun así los sucesivos gobiernos muestran una gran debilidad. Los fascistas provocan numerosos enfrentamientos con los piquetes de huelga y con los ayuntamientos, a lo que el Gobierno hace la vista gorda. Ante esta situación los popolari dejan de apoyar al gobierno y el 1º de julio de 1921 Giolitti dimite. Siguen sucediéndose gobiernos inestables.

En octubre de 1922 se celebra en Nápoles el Congreso del PNF en el que se prepara la Marcha sobre Roma en la que los fascistas amenazan al Gobierno con “restablecer el orden” por su cuenta si no se evita la huelga general prevista para el 1º de agosto de 1922, convocada por anarquistas y socialistas en protesta por las violencias fascistas. Dirigida por el general De Bono (ejército), Cesare de Vecchi (medios rurales), Italo Balbo (escuadristas) y Michele Bianchi (sindicato fascista), la marcha, seguida por 35.000 fascistas, los «camisas negras», pretende imponer por la fuerza a Mussolini como jefe del Gobierno. El presidente Facta trata de proclamar el estado de sitio, pero el rey Víctor Manuel III, presionado por militares y nacionalistas, se niega. Facta dimite y el rey encarga a Mussolini la formación de gobierno (28 de octubre de 1922).

Dado lo delicado de la situación, Mussolini se muestra al principio hábil y cauteloso: ofrece carteras ministeriales a los jefes militares, liberales, conservadores y popolari. Excluye a los socialistas, pero sólo se reserva cuatro carteras para los fascistas.

Poco a poco va desmantelando toda oposición usando la violencia y la astucia, lo que provoca el abandono de los popolari del gobierno.

Mussolini reforma hábilmente la Ley Electoral en 1923, de manera que en las elecciones de 1924 los fascistas obtienen 365 escaños (65% de los votos).

En ese mismo año se produce el escándalo Matteotti. El diputado socialista Matteotti denuncia en el Parlamento la violencia fascista y su influencia en las elecciones. Matteotti es asesinado. La oposición, la prensa y el pueblo, indignados, piden que se aclare lo sucedido. Mussolini asume la responsabilidad «histórica y moral» del asesinato de Matteotti. Víctor Manuel III se inhibe, ya que piensa que el fascismo es un mal menor comparado con el bolchevismo. Prefiere esta anarquía. El rey pone en manos de Mussolini todas las instituciones y así, el 3 de enero de 1925, se instaura el régimen totalitario. Mussolini pretende fascistizar Italia tomando algunas medidas:

a) Suspensión de numerosos periódicos.

b) Supresión del derecho de reunión.

c) Registros domiciliarios de políticos no fascistas.

d) Exilio de oponentes.

El 24 de diciembre de 1925 Mussolini se proclama presidente del Consejo, con lo que comienza su dictadura personal.

En un principio la política económica se muestra eficaz ya que consigue que descienda el paro y que aumente el nivel de vida, por el ascenso de la renta per cápita y el ascenso de los salarios. Pero la influencia del partido en la economía es cada vez mayor y tras la crisis económica de 1927 se acentúa el signo corporativo del nuevo Estado.

En 1929 se efectúa la reforma escolar y un programa de reeducación de adultos y ocio de niños y adultos: Balillas, GUF (Grupos Universitarios Fascistas) y Opera Nazionale Dopolavoro.

La identificación Estado-PNF es total («Todo en el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado»).

En 1928 se promulga una nueva Ley Electoral que proclama las elecciones de lista única (confeccionada por los sindicatos fascistas y otras organizaciones del régimen), así como la ley por la que se crea el Gran Consejo Fascista, órgano para controlar más estrechamente el poder (paradójicamente será el órgano que derroque al Duce el 24 de julio de 1943).

En 1929 se produce, tras los Pactos de Letrán, la reconciliación con la Santa Sede, por el que el papa Pío XI apoya al fascismo.

En 1930 llega a Italia la Gran Depresión Económica. El ascenso del paro (1.300.000) obliga a la intervención estatal en la economía con la creación del IRI (Instituto per la Ricostruzione Industriale). A partir de aquí la política económica va a estar encaminada a conseguir la grandeza de Italia:

* Política natalista.

* Extensión de zonas cultivadas: desecación, drenaje, riego.

* Comunicaciones (trenes y autopistas).

El periodo de 1936 a 1940 acentúa el culto a la personalidad del Duce. La influencia nazi es evidente en el exhibicionismo del Duce, así como en el alineamiento con Alemania, el antisemitismo y la posterior entrada en la guerra formando el Eje Roma-Berlín.


3.- NAZISMO.


La República de Weimar, proclamada el 8 de noviembre de 1918, tras la abdicación del káiser Guillermo II, estuvo amenazada permanentemente por los extremistas de derecha e izquierda.

En 1923, tras la ocupación francesa del Ruhr, se llegó a pensar que Alemania iba a disgregarse, por lo que el jefe de uno de los pequeños partidos, Adolf Hitler, trató de dar un golpe de Estado contra el gobierno de Baviera (Putsch de Múnich, 1923) con la ayuda del general Ludendorff2. Hitler fracasó y fue encarcelado. En prisión escribió su libro-programa Mein Kampf (Mi lucha). Tras el fracaso del putsch de 1923 preparó de forma metódica la conquista del poder, dotando al Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP, “National Sozialistische Deutsche Arbeiter Partei”) de una férrea disciplina en su organización, de una capacidad propagandística y de unas formaciones paramilitares, las SA (Sturm Abteilung, “Secciones de Asalto”), que preparan el acceso de Hitler al poder.

En 1928 el partido nazi contaba tan sólo con 72.600 afiliados y este año consiguió solamente 800.000 votos en las elecciones parlamentarias al 4º Reichstag, pero en el orden interno del partido Hitler había logrado imponerse, colocando a sus fieles en cargos importantes y formando las SS (Schutz Staffel, “Sección de protección del Führer”), que contrarrestaron el protagonismo de las SA.

Superados los años de violencia política y controlada la inflación, el régimen democrático alemán parecía consolidarse bajo gobiernos moderados (centro-católico y la socialdemocracia). No obstante, en las elecciones de 1930 al 5º Reichstag los nazis obtuvieron 107 diputados; su número de votos había pasado de 800.000 a 6.409.000. El Partido Comunista tenía 77 escaños. A pesar del aumento de los extremistas formó gobierno el católico Brüning. La crisis económica estaba en su apogeo, con lo que el espectro del hambre se cernía sobre Alemania. Era indudable que el paro aumentaba y las posibilidades de recuperación se veían lejanas.

Las batallas callejeras entre las organizaciones para-militares de los partidos eran cotidianas, por lo que Brüning prohibió las SA y las SS nazis, pero la caída de su gobierno estaba próxima.

Entre junio y diciembre de 1932 gobierna Von Papen, que levanta la prohibición a las organizaciones nazis, con lo que se renuevan sus enfrentamientos callejeros con los comunistas. En los comicios que eligen el 6º Reichstag (31 de julio de 1932) se produce un avance electoral de los nazis (230 diputados de 608), pero el presidente Hindenburg se opone a la designación de Hitler como canciller y convoca nuevas elecciones en noviembre. En estas elecciones al 7º Reichstag se produce un retroceso nazi (196 diputados) y un importante avance comunista. Hindenburg nombra canciller al general Schleicher, quien pretende dar un golpe de Estado para combatir a nazis y comunistas. Hindenburg, temeroso, nombra canciller a Hitler y vicecanciller a Von Papen (30 de enero de 1933) y se forma un gobierno en el que solamente hay dos ministros nazis: Goering y Frick. Resulta evidente que Hitler supo explotar tanto el descontento político por el trato dado a Alemania en el Tratado de Versalles, como el malestar económico surgido de la crisis del 29. La inestabilidad de los gobiernos democráticos y el temor al comunismo facilitaron el ascenso al poder.

La ideología nazi carecía de una teoría o filosofía coherente. Era un conglomerado de ideas de diversos orígenes; mezcla cuyos ingredientes se soldaron en un movimiento político extremista en medio de una situación crítica, siendo Rosenberg su principal teórico. Siguiendo las simplistas conclusiones de escritores racistas, Hitler había escrito en su Mein Kampf que la raza aria era la superior. El pueblo alemán, el que mejor preserva la raza aria, debe eliminar las impurezas, es decir, a los judíos. Hitler consideró a los judíos responsables de la derrota alemana y propagadores de ideologías nefastas (internacionalismo, individualismo, marxismo, liberalismo). Puesto que el pueblo superior había sido indignamente humillado por pueblos inferiores, se debía terminar con esta situación, es decir, con el Tratado de Versalles. Además había que agrupar a todos los «alemanes» (entendiendo como tales todos los que hablaban alemán aunque fuesen de otra nacionalidad) en un gran Reich. Cuando el Reich esté formado necesitará para su pueblo un Lebensraum (espacio vital).

Hitler está dispuesto a imponer su dictadura totalitaria. Tras el sospechoso incendio del Reichstag (28 de febrero de 1933) del que se culpó a los comunistas pero que en realidad fue obra de miembros del partido nazi, tomando como excusa el incendio se suspenden las garantías constitucionales. Rápidamente se apresa al supuesto incendiario, Marinus van der Lubbe, un joven holandés, comunista y, además, judío.

El 5 de marzo de 1933 se celebran elecciones al 8º Reichstag, en las que los nazis consiguen 288 diputados. Seguidamente Hitler exige al presidente Hindenburg que disuelva el Parlamento, con lo que el poder legislativo queda asumido por el ejecutivo. Goebbels es nombrado Ministro de Educación y Propaganda. Se excluye de cualquier puesto de la Administración Pública a los desafectos al régimen y a los no arios. Las Autonomías de los Estados (Länder) son suspendidas y se prohíben los partidos políticos y los sindicatos.

En abril de 1933 se crea la GESTAPO (Geheime Staatspolizei -Policía Secreta del Estado-), mandada por Himmler. En agosto, Hitler proclama el nacimiento del III Reich. Seguidamente, Alemania abandona la Sociedad de Naciones.

Se produce “La noche de los cuchillos largos” una purga que tuvo lugar en Alemania entre el 30 de junio y el 2 de julio de 1934, cuando el régimen nazi llevó a cabo una serie de asesinatos políticos. Se puede incluir dentro del marco de actos que realizó el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán para apoderarse de todas las estructuras del Estado alemán. Muchos de los que fueron asesinados esos días pertenecían a las SA. Adolf Hitler se opuso a las SA y a su líder, Ernst Röhm, porque el dirigente alemán percibía la independencia de las SA y la inclinación de sus miembros hacia la violencia callejera como una amenaza contra su poder. Hitler, además, quería el apoyo de los jefes de la Reichswehr, la organización militar oficial de Alemania, que temían y despreciaban a las SA y, en particular, la ambición de Röhm para que las SA absorbieran a la Reichswehr bajo su liderazgo. Finalmente, Hitler usó la purga para atacar o eliminar a los críticos con su régimen, especialmente contra aquellos que eran leales al vicecanciller Franz von Papen, y para vengarse de sus antiguos enemigos.

Después de esta purga el ejército alemán que hasta ese momento se había mostrado indeciso acaba apoyando totalmente a Hitler.

En 1934 muere el presidente Hindenburg, Hitler acumula los cargos de presidente del gobierno y canciller, tras lo cual implanta su dictadura unitaria y casi omnipotente.

La consolidación del nazismo se produce junto al éxito económico. Los principales logros son:

a) Se pone fin al paro (5 millones en 1933, 400.000 en 1938), gracias a una política desmesurada de obras públicas (muchas veces se construyen cosas que no son tan necesarias como por ejemplo la amplísima red de autopistas, ya que tampoco hay un excesivo número de automóviles) y a la absorción de muchos parados alemanes por un ejército alemán que como consecuencia del rearme crecerá mucho en efectivos.

b) Se revitaliza la economía sin que se produzca una subida de precios.

Comienza la política antijudía que comienza con la «Noche de los cristales rotos» (10 de noviembre de 1938): presentado por los responsables nazis como una reacción espontánea de la población tras el asesinato, el 7 de noviembre de 1938, de Ernst vom Rath, secretario de la embajada alemana en París por un joven judío polaco de origen alemán, Herschel Grynszpan, los pogromos fueron ordenados en realidad por el canciller del Reich, Adolf Hitler, organizados por Joseph Goebbels y cometidos por miembros de la SA, la SS y las Juventudes Hitlerianas, apoyadas por la Gestapo y otras fuerzas de la policía, 270 sinagogas son destruidas al igual que muchísimos negocios pertenecientes a los judíos, se producen asesinatos de judíos en masa y unos 200.000 judíos serán detenidos.

Una vez conseguida su fortaleza interna, Hitler se dispone a poner en práctica su política exterior, que dará origen a la Segunda Guerra Mundial.


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