¿CANSADO AGOTADO Y SIN ILUSIONES? MARTHA CECILIA RICO SÁENZ

¿CANSADO AGOTADO Y SIN ILUSIONES? MARTHA CECILIA RICO SÁENZ






¿Cansado, agotado y sin ilusiones


¿Cansado, agotado y sin ilusiones?

Martha Cecilia Rico Sáenz. Maestra en Psicología. Docente de la Facultad de Enfermería y Nutriología. Universidad Autónoma de Chihuahua. E-mail: [email protected]

______________________________________________________________________

Si durante seis meses o más, usted se ha sentido emocionalmente agotado, como si fuera sólo un observador más de lo que está sucediendo a su alrededor, incapaz de involucrarse emocionalmente con los demás y le pareciera que sus esfuerzos por realizar sus labores no valen la pena. Es probable que se encuentre sufriendo de las consecuencias de un estrés laboral sostenido.

Durante los últimos años han sido realizadas una gran cantidad de investigaciones con el fin de estudiar el desgaste profesional o síndrome de burnout o del quemado, cuyos síntomas son: sentirse emocionalmente exhausto, tener actitudes negativas hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio papel que se desempeña, así como haber perdido la ilusión por el trabajo que se realiza. Este conjunto de síntomas es más probable que se presente entre los profesionales de la salud y en las organizaciones en las cuales los empleados tienen contacto directo con los clientes; sin embargo, cualquier persona puede padecerlos.

Es interesante notar que uno de los síntomas de este síndrome es el sentirse incapaz de profesar un afecto positivo hacia los individuos con los que se trabaja y por ello la propensión a comportarse como personas “duras” y poco sensibles. Sin embargo, los estudios concuerdan en que las características de personalidad de aquellos quienes tienen una mayor probabilidad de llegar a sufrir el burnout son: la tendencia a situarse constantemente “en los zapatos” de los demás (capaces de ser empáticos), ya que son humanitarios, sensibles, muy dedicados, idealistas y altruistas.

Las personas que encontraron que tienen los síntomas del burnout quizá se preguntarán: ¿Si tengo todas esas características positivas de personalidad, por qué entonces me siento y actúo exactamente al contrario? Precisamente, por la combinación de todas ellas y la falta de otras que las complementen.

El estar siempre está pensando en los demás, sintiendo con ellos y atendiendo muy poco a sus propias necesidades y sentimientos; el querer dar siempre todo de si y el no sentirse cómodo pidiendo ayuda para sí mismo, además de ser un idealista, que espera que las personas respondan de la mejor manera, le llevará a concluir que si las cosas no siempre salen bien, entonces usted no tiene ningún control sobre lo que sucede. Por lo tanto, al conjuntarse todos estos ingredientes, es probable que haya llegado a un momento en que siente que la “chispa” que lleva dentro se quemó y que no le queda nada que produzca la energía para hacer lo que usualmente hacía. Además, si como un mecanismo de defensa inconsciente, se retira emocionalmente colocándose como una espectadora de lo que le sucede, usted se sentirá desvalido para cambiar las cosas. De esta manera no es difícil concluir: “no sirve de nada mi esfuerzo” y por ello sentirse sin ilusión para alcanzar logros.

Afortunadamente, también se han encontrado personas que tienen las mismas cualidades de ser empáticos, dedicados, que les gusta ayudar y que responden de mejor manera al estrés. De acuerdo a la Dra. Joan Borysenko y su grupo de investigación, la diferencia radica en que estos últimos muestran tres actitudes que juntas los hacen menos susceptibles al estrés. La primera, basada en la curiosidad y en considerarse a sí mismo participante de cualquier cosa que esté sucediendo en los demás, es la actitud de compromiso. Una creencia de poder influir en los eventos en lugar de sentirse víctima de ellos, aunada a la voluntad de actuar, lleva a la segunda actitud: control. Por último, una actitud de reto, fundamentada en la creencia de que los obstáculos de la vida sirven para estimular el crecimiento personal, en lugar de percibirlos como un riesgo de perder lo que se tiene.

Ahora, tomando como modelos a las personas que muestran actitudes que les sirven para mantener “encendida la chispa”, podemos comenzar a hacer algunas cosas para encender de nuevo la nuestra.

Para volver a sentirse comprometido. Como se mencionó anteriormente, el compromiso se basa en la curiosidad y en el sentirse parte de lo que sucede. Entonces será útil hacernos preguntas productivas acerca de lo que está ocurriendo y que nos involucren como parte de ello. Algunas podrían ser: ¿qué es lo que está pasando?, ¿qué factores están influyendo?, ¿de qué forma yo contribuyo a que esté sucediendo esto?, ¿de qué manera es posible cambiar o modificar algunos de ellos?, ¿de qué manera yo voy a contribuir para lograr mejorar?, ¿de qué manera están ya otros haciendo cambios?, ¿qué otras preguntas útiles me puedo hacer?.

Para retomar el control. Primero, hay que recordar que los cambios y los logros llevan tiempo. Segundo, debe decidirse a valorar de nuevo las pequeñas cosas en las que usted ya está haciendo una contribución y que quizá había dejado de notar por esperar la perfección. Tercero, tomar de nuevo el control sobre sí mismo, reducir su estrés con pequeños cambios en su rutina que le lleven a atender sus emociones y sus necesidades personales.

Una técnica que le puede ayudar es la siguiente:

Encuentre un “refugio” que le sirva para estar consigo mismo por un rato, cualquier lugar privado funciona (inclusive el baño puede ser una buena alternativa). Durante ese momento note el ritmo en que late su corazón y después revise qué emoción está sintiendo en forma predominante, es ¿miedo?, ¿enojo?, ¿frustración?, ¿tristeza? Posteriormente, cierre sus ojos y tome unas pocas respiraciones profundas para calmarse y obtener distancia de la situación. Después, pregúntese ¿qué disparó la emoción que predomina en mí en este momento?, ¿de qué manera puedo responder a esa situación?. En cualquier circunstancia hay factores que usted puede cambiar y factores que están más allá de su control. Enfóquese en lo que usted puede cambiar. Por último, tome en ese momento la decisión de cambiar por lo menos un factor de los que le llevaron a sentirse mal en esa situación. Si no se encuentra seguro de cómo hacer el cambio, decida a dónde va recurrir para que le ayuden, así como qué día y a qué hora lo hará.

Para tomar la actitud de reto. Recuerde de qué manera algunos de los obstáculos que ha encontrado en su vida le sirvieron para hacer cambios para mejorar, qué cosas aprendió cuando se encontró con ellos y cómo finalmente le dejaron más capacitado para enfrentarlos la siguiente vez o para comprender más a quienes pasan por situaciones parecidas. Pregúntese entonces, ¿qué capacidades y cualidades tengo que me sirven para superar este nuevo reto?, ¿qué otras cosas puedo aprender para superarlo?, ¿cómo me voy a sentir cuando lo logre?, ¿qué voy a comenzar a hacer para lograrlo?

¿entre las personas que conozco, quiénes mantienen encendida esa chispa mostrando energía y motivación?. ¿Cuándo les voy a preguntar cómo lo hacen para aprender de ellas?

Investigaciones realizadas, también han encontrado nuevos factores que muestran quienes poseen las cualidades y las actitudes que los hacen tener mejor respuesta al estrés. Uno de los más significativos es el hecho de que gozan de una espiritualidad saludable. Por lo que se recomienda encontrar una forma apropiada de reconectarse con esa parte de su ser, así como adoptar formas de expresarla en su vida diaria, entre las que se recomienda, tomar un tiempo de silencio para reflexionar, propiciar la lectura, la oración y apoyarse en grupo compartiendo sentimientos y metas comunes.

Estas sugerencias que comparto con usted para ayudarle a salir del estrés laboral llamado burnout, están basadas en conocimientos de la Programación Neurolingüística y de la Psicología de la salud y espero que le sean de utilidad. Sin embargo, siempre hay algo más que puede ayudar, continúe aprendiendo de todo y de todos los que le rodean. Por cierto, en mi opinión también se puede llegar a padecer los síntomas del burnout en la labor de ser padres, usted ¿qué opina?, ¿le podrán servir las mismas herramientas para mantener encendida la chispa de energía y motivación en la convivencia con su familia?





Tags: agotado y, cecilia, agotado, martha, ¿cansado, ilusiones?, sáenz