ADALBERTO NAVARRO SÁNCHEZ CONDECORACIÓN JOSÉ MARÍA VIGIL DECRETO 7051

ADALBERTO NAVARRO SÁNCHEZ CONDECORACIÓN JOSÉ MARÍA VIGIL DECRETO 7051
CONVENIO DE ASOCIADO LOS QUE SUSCRIBEN JORGE ADALBERTO ALVAREZ
HOJA DE VIDA NOMBRES ADALBERTO ELIAS APELLIDOS QUINTERO BAIZ




Adalberto Navarro Sánchez

Adalberto Navarro Sánchez

Condecoración José María Vigil

Decreto 7051



Maestro, poeta y promotor de la cultura. Nació en Lagos de Moreno, el 23 de abril de 1918. Después de cursar los estudios de primaria en su localidad natal, pasó a Guadalajara, para estudiar el bachillerato en el Seminario Conciliar. Su interés por las letras apareció desde jovencito, por lo que en su momento fue fundador y catedrático de la Escuela Normal Superior de Jalisco y de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara. Desempeñó el cargo de Secretario de la Casa de la Cultura Jalisciense, el de asesor del Ayunta­miento de Guadalajara y ocupó la presidencia del Seminario de Cultura Mexicana. Impartió cátedras en universidades de Arizona, Kansas y El Paso, en Estados Unidos. En la docencia demostró su erudición extraordinaria, su lúcido pensamiento y mos­tró su gran generosidad.

En 1936, con el profesor José Cornejo Franco, publicó los cuadernos de cultura Índice (seis números) en cuyas páginas se divulgaron las pinturas que José Clemente Orozco plasmó en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara. De 1939 a 1940 aliado de su esposa María Luisa Hidalgo, editó la revista Prisma (9 números), que revisó al surrealismo. Navegación Poética fue otra de sus publicaciones dedicada exclusivamente a la poesía.

Et Caetera fue la innovación de Adalberto por una revista literaria. Reconocida como la revista literaria más antigua de México, se editó de 1950 a 1956 con regula­ridad, subsistiendo después de la muerte de su creador.

Navarro Sánchez dio a conocer temas de gran calidad sobre pintura, teatro, na­rrativa, poesía y filosofía. Por igual son valiosas sus traducciones y los números mo­nográficos en los que el desfile de excelentes escritores que presentan sus ideas y su arte es interminable. Entre ellos figuran: Arturo Rivas Sáinz, Olivia Zuñiga, Bernabé Godoy, Alfonso Toral Moreno, Salvador Echavarría, Cornejo Franco, Villaseñor Bor­des, María Luisa Hidalgo, José G. Zuno, Castillo Camarena, Ramiro Villaseñor, Rudol Jancke, Karl Pflegel, Werner Luhmann, Padilla Uribe, Arturo F. Jasso, Manuel H. San Juan, Elías Nandino y Emmanuel Carballo, entre otros.

Publicó textos inéditos de Gabriela Mistral, Alfredo R. Plascencia, Agustín Yáñez, Jaime Torres Bodet, Juan José Arreola, Carlos Pellicer, Constantino Cavaty, Martínez Sotomayor y Carlos Puchy de Morales, entre tantos. Un lugar especial tiene Adal­berto Navarro en la evolución de las letras mexicanas, y es por demás sorprendente la recopilación de estudios de Literatura Mexicana de José María Vigil en dos tomos, a los que hizo un interesante prólogo. Formó un índice selectivo de Bandera de Provincia.

Fue coeditor con Ramiro Villaseñor de la Biblioteca Jalisciense, coordinador de la serie conmemorativa del Primer Centenario de la Reforma de México, editor de la Biblioteca de Autores Jaliscienses Modernos, así como coordinador de la serie conmemorativa auspiciada por el gobernador Alberto Orozco Romero con motivo del sesquicentenario del Federalismo. Murió el 4 de junio de 1987 en Guadalajara, admirado por la grey universitaria.


Tomado de VARGAS Ávalos, Pedro, Un día un jalisciense, Guadalajara, 2007, Asociación de Cronistas Municipales de Jalisco A.C./Impresora Mar-Eva, 396 págs.





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