6 UN RECORRIDO POR LOS MODELOS PEDAGÓGICOS A TRAVÉS

6 UN RECORRIDO POR LOS MODELOS PEDAGÓGICOS A TRAVÉS
APENDICE 6 ORDEN MOVIMIENTO LUGAR DE DESTINO VEHICULO RECORRIDO
APENDICE I 1 APENDICE I RECORRIDOS BARLOVENTOS SOTAVENTOS

“LAS MATEMÁTICAS NO SON UN RECORRIDO PRUDENTE POR UNA
BALLET ESTRYMENS DE LAREDO “RECORRIDO POR LA DANZA ESPAÑOLA”
BOLETÍN DE PRENSA UN RECORRIDO POR LA CIENCIA DEL

Un Recorrido por los Modelos Pedagógicos a Través de sus Didácticas

6


Un Recorrido por los Modelos Pedagógicos a Través de sus Didácticas







En este ensayo se presenta una explicación de como han evolucionado los componentes del proceso docente-educativo en los diferentes modelos pedagógicos desde una perspectiva analítica de las dimensiones educativa, instructiva y desarrolladora, para luego entrar a explicitar los componentes propios de un modelo alternativo denominado el Modelo de los Procesos Conscientes.

Mientras la pedagogía estudia todo tipo de proceso educativo, en sus distintas manifestaciones, lo mas general, la didáctica atiende sólo al proceso docente-educativo, un proceso en particular, más sistémico, organizado y eficiente, que se ejecuta sobre fundamentos teóricos, por personal especializado, los docentes y en un espacio determinado, la institución docente.

A través del proceso docente-educativo, se busca formar a los sujetos, que habitan en una sociedad, bajo tres dimensiones: la educativa, la instructiva y la desarrolladora. Es decir, la institución docente, dirige tres procesos de formación simultáneamente pero cada uno de ellos posee intencionalidades diferentes. Así es como el proceso docente-educativo es un sistema complejo.

El proceso educativo pretende la formación del hombre como ser social, para vivir la vida en sus relaciones intersubjetivas. El proceso instructivo pretende formar sujetos capacitados para participar en el desarrollo económico de esa sociedad. El proceso desarrollador pretende la formación de las potencialidades funcionales o facultades de los sujetos de esa sociedad.

El proceso educativo es el proceso de formar valores y sentimientos de los sujetos, en sus relaciones sociales. Formar en valores, en tanto el sentido que poseen las cosas y los otros para cada sujeto; es una cuestión de ética. Formar en sentimientos, en cuanto los efectos y afectos que esas cosas y esos otros provocan en cada sujeto, en su sensibilidad, en su subjetividad; es una cuestión de estética. Valores y sentimientos como manifestaciones del desarrollo humano.

El proceso instructivo es el proceso de formar a los hombres y a las mujeres en un campo del conocimiento para que participen en el desarrollo económico de la sociedad, bien como técnicos o profesionales o como científicos o artistas. El proceso instructivo se construye mediante la apropiación de la lógica de cada conocimiento; la asimilación de conceptos, leyes y teorías con su respectivo sistema de sensibilización, valores y habilidades.

El proceso desarrollador es el proceso de formar mujeres y hombres inteligentes; es el proceso de potenciar todas las facultades espirituales y físicas de los sujetos para formarlos competentes en la solución de problemas que emergen de las nuevas relaciones de la sociedad del conocimiento, de la dinámica de las industrias inteligentes y de la cultura de la aldea global.

Los procesos de educación, de instrucción y de desarrollo se van entrelazando, en el proceso docente-educativo, dialécticamente. Si bien cada sujeto puede ser consciente de su proceso educativo y desarrollador por fuera de la institución docente, esta le ofrece la instrucción como epicentro de su formación pero interactuando con los proceso educativo, su contrario y con el proceso desarrollador, su síntesis.

La instrucción forma para el trabajo, la educación forma para la vida. Si el trabajo no le es ajeno al sujeto, es decir, si es consciente de su labor social, si esa labor es parte esencial de su existencia, de su vida, de sus relaciones sociales, si el resultado de su trabajo le pertenece, entonces, mediante la instrucción se educa. Mediante la formación para el trabajo el sujeto se incorpora a la convivencia social, entra en relaciones sociales, las cuales portan valores y sentimientos que lo procesos educativos soportan. La instrucción desarrolla habilidades y destreza, aptitudes; la educación desarrolla valores y sentimientos, actitudes. Ambas en su dialéctica forma competencias que hacen de los sujetos seres mas inteligentes, mas humanos; por ello el proceso desarrollador es la síntesis.

Los procesos educativos fueron el objetivo del modelo pedagógico tradicional, el proceso instructivo del modelo pedagógico conductista y el proceso desarrollador del modelo pedagógico desarrollista. Pero el surgir de un modelo nuevo negaba, no sólo los errores del modelo anterior, sino también sus logros. Los procesos son dialécticos y en ellos se van albergando las bondades de lo viejo, que al transformarse, no son en esencia lo mismo pero se fundamentan en lo ya construido que continua su historia como otra cosa; otra cosa cualitativamente diferente.

La esencia del proceso educativo en el modelo tradicional era la repetición de la información para formar hombres y mujeres cívicos y morales. La esencia del proceso instructivo en el modelo conductista era procesar información para capacitarse técnica y científicamente, a corto plazo, para insertarse en el mercado laboral. Lo instructivo desplazó lo educativo. La esencia del proceso desarrollador en el modelo desarrollista era comprender la información proveniente del mundo objetivo de las ciencias para forma sujetos inteligentes. El desarrollo de la inteligencia desplazó lo instructivo.

Se dicotomiza lo educativo, lo instructivo y lo desarrollador, al separar rotundamente los proceso de repetición de la información, de procesar la información y de comprender la información. Esa información proveniente de la cultura clásica o del desarrollo de las ciencias son etapas que se han secuenciado en los modelos pedagógicos, con el único error de que cada modelo que surge niega totalitariamente al anterior. Es el obstáculo epistemológico. Se necesita el repetir y el procesar información pero comprendiéndola, información tanto de las artes, de la ciencias y de la cotidianidad con sus mitos y ritos, para que los sujetos puedan comunicarse e incorporar sentidos a esa información, interpretándola, transformándola y creado significaciones nuevas. Hoy habitamos el mundo de lo simbólico.

Los procesos educativos, esenciales en el modelo pedagógico tradicional, consistían en formar, a través de la transmisión de la cultura de occidente desde una visión racionalista, moralista y cívica, un hombre ilustrado, un erudito capaz de repetir fielmente la información heredada de la cultura de sus antepasados, un ser perfectamente educado para vivir en el mundo social, respetando las normas que éste le imponía, para proyectarse como un sujeto que deja de ser niño, lo antes posible, y se enfrenta a la vida superando dificultades. Así se forman, en una dimensión exclusivamente educativa, hombres y mujeres con carácter, con virtudes, con voluntad, con disciplina y con normatividad.

Los procesos educativos, esenciales en el modelo pedagógico tradicional, consistían en formar, a través de la transmisión de la cultura de occidente desde una visión racionalista, moralista y cívica, un hombre ilustrado, perfectamente educado para vivir en el mundo social, respetando las normas que éste le imponía, para proyectar un hombre que deje de ser niño, lo antes posible, y se enfrente a la vida superando dificultades. Así se forman, en una dimensión exclusivamente educativa, hombres y mujeres con carácter, con virtudes, con voluntad, con disciplina y con normatividad.

Un proceso docente-educativo, construido solamente sobre procesos educativos, cuenta con cuatro componentes: los contenidos representados en la cultura de occidente, con sus grandes autores y obras, son la enciclopedia de la humanidad; los métodos son transmisionistas; los medios son las grande obras de la humanidad, el pizarrón y la tiza; y la evaluación es memorística y cuantitativa.

El método se constituye en la transmisión el conocimiento, el cual pasa del que sabe, el maestro, al que ignora, el alumno (sin luz). El profesor es el mediador entre la cultura y el alumno. Es el maestro quien en un discurso oral o mediante los grandes libros de la humanidad presenta los contenidos al alumno.

A través de su discurso, el maestro imprime huellas en la estructura mental del alumno; la evocación oral o escrita puede estar acompañada de la presentación de objetos reales o de representaciones gráficas cuya percepción, en los alumnos, refuerza las huellas del lenguaje.

La comunicación no existe. El maestro habla y el alumno escucha o lee, repite y memoriza. La emisión se destina a varios alumnos, se estandarizan, se suponen igualmente receptivos; se recurre a la pregunta para confirmar si se entiende o no el contenido; se exige el silencio, se sanciona el murmullo. Reina la palabra del profesor, es pura información.

A las lecciones exposiciones orales sigue una ejercitación de aplicación. Ejercicios desde la aplicación de reglas. La enseñanza procede de lo general a lo particular; de lo teórico del conocimiento, expuesto por el profesor, a lo supuestamente práctico, la ejercitación de las reglas o los ejercicios que mediante su repetición, supuestamente, aprende el alumno.

Los procesos instructivos, esenciales en un modelo conductista, se fundamentan en la enseñanza práctica de la teorías que han producido las ciencias; prima el procesar la información para aplicar la técnica en los sistemas de producción, con el fin de formar hombres y mujeres diestros, hábiles, útiles a los intereses económicos del Estado Capitalista. Son hombres y mujeres formados bajo la dimensión exclusivamente instructiva. Bajo este modelo se construye el mundo de la escuela a partir de unas necesidades económicas y sociales planeadas por el Estado.

El proceso docente-educativo construido sobre procesos instructivos introdujo grandes cambios en los componente del proceso docente- educativo.

Se institucionalizan los objetivos como un componente nuevo; con lo cual se alcanza una nueva cualidad en el proceso, pues un propósito específico empieza a guiar los contenidos. Contenidos que cada vez se van aleja del humanismo nacido de la cultura de occidente, que aportaba los procesos educativos, cívicos y morales del modelo tradicional y se van constituyendo en los conocimiento técnicos para la aplicación de las ciencias en el desarrollo industrial.

Desde sus inicios los objetivos fueron divididos en cognitivos, afectivos y pragmáticos. Reflejo de la esquematización positivista que reinaba en la época.

El modelo conductista se sesgó por los objetivos pragmáticos, de allí que lo instructivo aunque buscaban desarrollar habilidades y destrezas generales, invariantes de los conocimientos que expresaban el modo de actuación del escolar para resolver cierto tipo de problemas, se limitó al entrenamiento para la ejecución de un oficio. A pesar de ello, es un salto cualitativo, en relación con el modelo tradicional, porque el sujeto que va a las instituciones docentes ya no es sólo un alumno, alguien sin luz que repite la cultura universal imitando a su maestro, sino que es un estudiante que procesa información y la aplica a ciertos situaciones, ya sabe hacer, esta capacitado para desarrollar un oficio.

Los contenidos, entonces, se manifiestan en conocimientos y en habilidades. Pero estas habilidades son para desarrollar maneras de laborar, ya que el conductismo, como modelo pedagógico, parte de objetivos planeados por el estado acordes con un problema de producción económica para insertase en un orden económico específico. Se pasa de la cultura universal, que supuestamente educa, a la instrucción en un oficio o en una profesión para insertar a las nuevas generaciones en el mercado laboral.

El componente método, aunque en su esencia sigue siendo transmisionistas, se apoya en teorías del aprendizaje que se basan en una relación de estímulo-respuesta, ensayo-error, causa-efecto, medios-fines, reforzados continuamente para afianzar conductas predeterminadas. Es la psicología conductista aplicada a la instrucción. Surge la enseñanza programada y la llamada tecnología educativa.

En este campo se sumergen los métodos que esbozan la pedagogía cibernética con su aprendizaje mediante autorregulación y mecanización de la enseñanza, reduciendo las actividades del hombre a secuencias de operaciones análogas. Información, retroalimentación y programación intrínseca. Preguntas y respuestas con elecciones múltiples y ramificaciones en secuencias para el reconocimiento de la información, por ensayo y error, pero superando la evocación o recopilación del modelo tradicional.

Pedagogía algorítmica también utiliza métodos programados. El algoritmo es la estructuración general de comportamientos en serie, de actos u operaciones elementales que hay que ejecutar en secuencia. Ello es útil para la resolución de una tipología de problemas. El algoritmo se estructura en un dispositivo que anticipa, en tanto programación, acciones futuras y el cual siempre es posible expresarlo en forma de regla.

Al complejizar en los métodos se instala, en el proceso docente-educativo, el componente forma, pues la relación entre el profesor con sus estudiantes, varía sustancialmente. Ya no es solo un grupo que recibe información sino un grupo que hace cosas, guiado por un profesor. Aunque el método sigue siendo transmisión de la información, el escolar hace cosas pero programadas por el maestro, la acción recae sobre el estudiante, viene desde el exterior, él no es consciente de su proceso de aprendizaje.

Pero el profesor ya no usa solo su voz y los libros para enseñar sino una gama de medios, desde la televisión hasta el computador, pasando por los laboratorios, lo cual dinamiza más el proceso de aprendizaje del estudiante. Por ello en la forma se empieza a conceptualizar la equidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El componente de la evaluación también se ve renovado pues entran toda una serie de test para sistematizar los conocimientos que asimilan los estudiantes y verificar el alcance de los objetivos, pero en su esencia siguen siendo repetitiva y más que nunca, cuantitativa. De acá surgen los tradicionales exámenes de completación, selección múltiple, falso y verdadero.

Pero el proceso de enseñar y aprender no se construye a partir de la cantidad de información que se repite o se procese en el aula de clase, desde el mundo exterior hacia el interior del alumno, como se manifiesta en el modelo tradicional y el conductista, sino todo lo contrario desde el mundo interior del estudiante. Es una nueva visión del acto educativo que empieza a introducir el proceso de desarrollador la inteligencia en las instituciones docentes. Es el modelo pedagógico desarrollista.

Los procesos desarrolladores, emergieron con la escuela activa. El activismo pedagógico concibe la enseñanza como un acto puro del hacer, donde el estudiante es quien se formará, quien construirá su propio conocimiento mediante el descubrimiento: algo esta ahí y hay que quitarle lo que lo cubre para poderlo ver. He ahí su método.

En el activismo pedagógico, la adquisición de los conocimientos se logra a través de los sentidos, del contacto directo con los objetos por conocer, en situaciones concretas y según las necesidades y los intereses de los estudiantes; la manipulación, lo tangible, las experiencias perceptivas, la observación, lo visible, la expresión, son la condición y garantía para el aprendizaje.

El pensamiento es inseparable de la actividad y del lenguaje. La actividad necesita referirse a las relaciones del ser y del medio, a su adaptabilidad. El conocimiento se construye a través de las experiencias vividas y de la expresión de dichas experiencias. Se le da la palabra al escolar.

El proceso docente-educativo, en la escuela activa, ve poco a poco, el componente objetivo diluirse; el proceso de enseñar no esta planeado únicamente por la escuela o por el profesor sino que depende de los gustos de los estudiantes. El proceso tiene como centro al sujeto que aprende. Los objetivos que guían los planes de estudios, los programas de las asignaturas, las clase pierden vigencia. La dinámica del llegar a ser es remplazada pragmáticamente por el ser hoy.

El método sufre mayores transformaciones. La actividad del escolar es el centro de todo el proceso; la expresión de los estudiantes, desde su ser en si, desplaza la memorización de la información. El maestro es portador ahora del silencio, ya no habla como el maestro tradicional, ni guía el proceso como el maestro conductista. En la libertad del grupo, se fundamenta la forma del proceso.

El proceso docente-educativo, no sólo gira alrededor del educando, sino que es él quien determina según sus deseos qué y cómo va a aprender, el método y el contenido. Por ello, en el componente forma la relación enseñanza-aprendizaje, equilibrada en el modelo conductista, empieza a recargarse tan sólo en el aprendizaje oponiéndose categóricamente a lo enseñante del modelo tradicional.

El contenido depende del método, pues según lo que estudiante desee hacer, según sus inclinaciones, se plantearán los contenidos a aprender. Cada estudiante puede ser fuente de conocimiento para los demás. El conocimiento necesita ser construido desde el interior del escolar y no debe venir desde afuera. Es un momento de avance cualitativo en el proceso docente-educativo. 



BREVE RECORRIDO POR LA HISTORIA DEL CINE GLORIA A
BURRO QUERENDÓN ¡CUÁNTO TIEMPO Y CUANTOS FOGONES HA RECORRIDO
C RECORRIDO B 6000 M SALIDA 1700 HORAS AVDA


Tags: modelos pedagógicos, los modelos, recorrido, través, modelos, pedagógicos