DIAGNÓSTICO… INTERVENCIÓN… CONSENTIMIENTO INFORMADO ANESTESIA OBJETIVO Y BENEFICIO DE








CONSENTIMIENTO INFORMADO ANESTESIA

DIAGNÓSTICO… INTERVENCIÓN… CONSENTIMIENTO INFORMADO ANESTESIA OBJETIVO Y BENEFICIO DE DIAGNÓSTICO… INTERVENCIÓN… CONSENTIMIENTO INFORMADO ANESTESIA OBJETIVO Y BENEFICIO DE


Diagnóstico:.............................................................................…


Intervención:...........................................................................…


CONSENTIMIENTO INFORMADO ANESTESIA


Objetivo y beneficio de la anestesia: lograr las condiciones adecuadas y seguras durante la intervención que permitan la realización de la cirugía.

Consecuencias previsibles de su realización: Permitirá realizar la cirugía, asumiendo determinados riesgos inherentes a cada técnica anestésica y que se describirán a continuación.

Consecuencias de su no realización: La anestesia es un procedimiento imprescindible para realizar una operación o determinadas pruebas diagnósticas sin dolor

.Sin anestesia, no se puede realizar una intervención quirúrgica. Debe saber que su negativa a la técnica principal o a las alternativas propuestas va a suponer la suspensión de la intervención y la realización de una nueva consulta al cirujano.


El médico anestesiólogo es el profesional cualificado para indicar la técnica adecuada en cada paciente.


RIESGOS COMUNES A CUALQUIER TIPO DE ANESTESIA


Todo acto anestésico puede llevar consigo una serie de complicaciones mayores o menores, a veces potencialmente serias, que incluyen cierto riesgo de muerte y que pueden requerir tratamientos asociados, médicos o quirúrgicos que aumenten su estancia hospitalaria.

Dichas complicaciones se derivan directamente de la propia técnica anestésica, del tipo de cirugía, del estado previo del paciente, de los tratamientos que está tomando o de la suspensión de estos tratamientos, de las posibles alteraciones anatómicas o de la utilización de equipos médicos.

Para anestesiarle es preciso pinchar una vena por la que se le administrarán los sueros y medicamentos necesarios según su situación clínica y el tipo de cirugía prevista. Este pinchazo puede hacerse en la mano o el brazo aunque en ocasiones se realiza en el cuello (Yugular Interna), en el tórax (Subclavia) o en la ingle (femoral), lo cual entraña riesgos añadidos al poder lesionar estructuras próximas (lesión pulmonar, hematomas, lesiones nerviosas, entrada del catéter o de la guía metálica en la vena, y otras menos frecuentes) que pueden poner en peligro la vida del paciente o dejar secuelas definitivas.

Puede ser necesario pinchar una arteria (generalmente la arteria radial) que puede provocar falta de sangre en la mano (o en la pierna si se canaliza la femoral) y precisar una cirugía urgente.

La administración de los sueros y de los medicamentos que son imprescindibles durante la anestesia, puede producir, raramente, reacciones alérgicas, aunque no existan antecedentes conocidos, que pueden llegar a ser graves pero que tienen un carácter excepcional. A este respecto, la comunidad científica internacional, la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación y la de Alergología e Inmunología Clínica desaconsejan la práctica sistemática de pruebas alérgicas a los fármacos anestésicos, por considerar, de acuerdo con los conocimientos actuales, que los estudios alergológicos carecen de valor predictivo cuando se practican a personas sin antecedentes y, que además, la práctica de estas pruebas no está exenta de riesgos para los pacientes.

También pueden aparecer efectos secundarios, no previstos, por los fármacos administrados con posible repercusión cardiaca, pulmonar, hepática, renal, o del sistema nervioso. Son más probables en pacientes con afectación de esos órganos, pero no se excluyen en personas sanas. Y al contrario, la anestesia puede requerir la retirada de determinados medicamentos. Esta retirada puede tener consecuencias negativas para su salud.

Como consecuencia de su estado clínico o de la cirugía a realizar, puede ser necesario transfundir sangre o algún derivado de la misma durante el tiempo que permanezca en el hospital. Las unidades de sangre se reciben del Centro de Transfusión de Galicia y cumplen todas las normas de calidad y seguridad transfusional exigidas por la normativa vigente (RD 1088/2005 del 16 de septiembre), y corresponden en su totalidad a donantes sanos. La transfusión de sangre tiene una serie de riesgos que vamos a describir: Transmisión de infecciones (Hepatitis B: 1/63000, Hepatitis C: 1/1.600.000,VIH: 1/1.960.000, paludismo: 1/4.000.000, y otros virus con menor frecuencia. Se debe a que estas enfermedades infecciosas tienen una primera fase en la que no se detecta el germen en la sangre), Reacciones transfusionales leves, relativamente frecuentes y fácilmente tratables como fiebre, escalofríos, y Reacciones transfusionales graves, poco frecuentes, pero que pueden suponer un riesgo para la vida del paciente (reacción alérgica grave, destrucción de los glóbulos rojos, y otros). Debe usted saber que, debido a estos riesgos, sólo se transfundirá si fuera totalmente imprescindible.


Habitualmente despertará en quirófano y será trasladado a una Sala de Recuperación Postanestésica o a una Unidad de Criticos donde personal especializado cuidará sus constantes vitales y tratará de evitar que tenga dolor.


El médico anestesiólogo es el que se encarga de realizar cualquiera de las técnicas anestésicas que a continuación le detallamos, así como el control y vigilancia del "despertar" de la anestesia hasta su total recuperación. Para eso, se utiliza la monitorización adecuada durante las horas o días necesarios.


ANESTESIA GENERAL


La anestesia define una actuación médica que permite que un paciente pueda ser operado. Se le administrarán fármacos que provocarán que se duerma y esté relajado durante la cirugía y sin dolor. Será preciso colocarle un dispositivo (tubo o máscara) a través de la boca o nariz, hasta la laringe o a la tráquea. Este tubo se conecta al respirador para mantener la respiración.


Riesgos Frecuentes: 1. Afectación de las cuerdas vocales y dolor de garganta. 2. Náuseas, vómitos y dificultades para orinar. 3. Dolores musculares.

Riesgos poco frecuentes y graves: 1. Durante la colocación del tubo puede pasar al pulmón parte del contenido del estómago y ocasionar alteraciones respiratorias. Una forma de prevenirlo es guardar ayuno absoluto, por lo menos 6 horas, antes de la intervención. 2. La introducción del tubo hasta la tráquea puede entrañar alguna dificultad y, a pesar de hacerlo con cuidado, dañar o romper algún diente, lesionar la tráquea, el esófago o la garganta. En casos excepcionales, esta intubación puede ser imposible, poniendo en peligro la vida y exigiendo retrasar la intervención, realizar una traqueotomía o aplicar técnicas extraordinarias. La colocación del tubo se realiza con el paciente dormido, aunque en pacientes con especial dificultad, es necesario realizarlo con el paciente despierto, para lo cual es necesario anestesiar la nariz, laringe y tráquea 3. Reacciones febriles agudas y severas no infecciosas (Hipertermia Maligna) con alto riesgo de muerte. 4. Puede ocurrir que se despierte durante la anestesia y no se pueda mover. Esta complicación es extremadamente rara pero posible. 5. Dificultades respiratorias moderadas o severas con mayor riesgo en enfermos con enfermedades pulmonares, obesidad, anomalías de cara y cuello, enfermedades musculares o neumotórax previos. 6. Neumotórax (salida de aire fuera del pulmón) secundario a punción venosa, bloqueos nerviosos o respiración artificial. 7. Lesiones oculares, que en muy raras ocasiones podrían provocar pérdida de visión parcial o total (ceguera). 8. Lesión nerviosa secundaria a una postura mantenida, necesaria para la intervención quirúrgica. 9. Confusión mental y delirio: son poco frecuentes y duran poco tiempo; en pacientes mayores son más frecuentes y pueden perpetuarse. 10. Fallo del riñón. 11. Arritmias, Infarto de Miocardio, embolia de pulmón, coma o daño cerebral irreversible, 12. Parada Respiratoria o Parada cardiaca imprevista con resultado de muerte.


Aun así, la anestesia es una de las especialidades médicas más seguras, y se estima que el riesgo de muerte por causas anestésicas en pacientes sin enfermedades asociadas es de 5 por cada 100.000 intervenciones, en niños menores de 12 años de 25 por cada 100.000 intervenciones y en cirugía urgente de 40 por cada 100.000 intervenciones. Estos porcentajes son mayores en enfermos con patología asociada (diabetes, hipertensión arterial, enfermedades del corazón o pulmón, anemia, edad avanzada, obesidad, y otras), independientemente del buen hacer profesional del anestesiólogo. Además, la existencia de enfermedades desconocidas antes de la anestesia puede llevar a complicaciones muy graves ya que, pueden aparecer durante o después de la anestesia. Estas enfermedades pueden ser porfirias, hipertermia maligna, cardiopatías, hipertiroidismo, feocromocitoma, accidentes vasculares por hemorragias o trombosis. Estos accidentes vasculares pueden afectar a distintos órganos como cerebro, médula, corazón, intestino y otros órganos.


ANESTESIA LOCO-REGIONAL


El propósito de la anestesia loco-regional es producir insensibilidad de la zona a operar, que permanecerá “dormida”, pero usted estará consciente, tranquilo y sin dolor. La anestesia consiste en la inyección, con la ayuda de una aguja, de medicamentos llamados anestésicos locales, en la proximidad de un nervio o de la columna vertebral, mediante diferentes técnicas, produciendo ausencia de dolor en la región donde se va a intervenir. En ocasiones esta anestesia se utiliza asociada a la general para lograr analgesia tanto durante la intervención como en el postoperatorio Si la anestesia regional no se consiguiese, no fuera posible por razones técnicas, o apareciesen complicaciones, podría ser necesario realizar una Anestesia General que Ud. consiente expresamente.

1. ANESTESIA ESPINAL


A.- ANESTESIA INTRADURAL: Descripción de la técnica: Se inyecta el anestésico dentro de un canal en la columna vertebral que contiene el líquido cefalorraquídeo.

B.- ANESTESIA EPIDURAL: Descripción de la técnica: parecida a la anterior, pero en ésta se deposita el anestésico local antes del canal que contiene el líquido cefalorraquídeo.

La anestesia y analgesia espinal puede ser intradural, epidural o combinada (intradural-epidural).

Será su anestesiólogo quien decida la técnica conveniente para su caso y si procede o no su realización.


Riesgos de la anestesia espinal.


Riesgos típicos:


Las complicaciones más frecuentes que pueden aparecer son:


1. Cefalea postpunción dural: requiere reposo en cama y analgésicos durante un tiempo variable. Normalmente desaparece espontáneamente en una semana aunque pueden necesitar técnicas específicas para su tratamiento, que se explicarían en su momento. Frecuencia 1/150 procedimientos de anestesia espinal.

2. Molestias locales en la zona de punción con o sin dolor de espalda. Generalmente duran una semana aunque pueden continuar por meses. No siempre es atribuible a la técnica.

3. Disminución de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca, asociadas o no a náuseas y vómitos. Generalmente leves. Pueden necesitar tratamiento específico.

4. Temblores y escalofríos. Son comunes durante el parto pero más frecuentes en pacientes con analgesia espinal.

5. Riesgo de fiebre por la analgesia espinal (aproximadamente 15%).

6. Picor que se suele tolerar perfectamente. En caso necesario hay un tratamiento seguro y efectivo. Mas frecuente en la técnica intradural.

7. Debilidad en las piernas, calambres y/o hormigueos. La administración de anestésicos locales puede ocasionar adormecimiento y disminución de fuerza en la pelvis y las piernas.

8. Dificultad para orinar que puede prolongarse unas horas después de la cirugía. Si esto ocurre quizás sea necesario colocar temporalmente una sonda vesical.

9. Dolor radicular por irritación de una raíz nerviosa durante la colocación del catéter o posteriormente. Podría obligar a la retirada del catéter o a su recolocación. Algunos pacientes, como secuela de dicha irritación, pueden presentar zonas de entumecimiento que pueden persistir hasta dos o tres meses y en raras ocasiones pueden permanecer mucho más tiempo.

10. Daño nervioso: Suelen ser transitorios aunque en algunos casos duran meses y pueden llegar a ser permanentes. Afectan no sólo a los nervios de la zona de punción sino también a nervios de otras localizaciones y pueden provocar dificultad respiratoria o trastornos de la visión. Frecuencia (1 cada 67.000).

Complicaciones menos frecuentes, aunque más peligrosas:


1. Inyección inadvertida en vena epidural, con paso del fármaco al torrente circulatorio, lo que puede dar lugar a complicaciones cardiacas (parada cardiaca) y neurológicas graves (convulsiones y coma).

2. Reacciones alérgicas tras la administración de los sueros y los fármacos que son imprescindibles para la anestesia y/o analgesia. Son excepcionales pero suelen ser graves.

3. Acumulación de un coágulo (Hematoma 1:168.000) o de pus en el espacio epidural (1:145.000) que pueden comprimir y dañar estructuras nerviosas como los nervios y la médula. Pueden requerir intervención quirúrgica para su resolución. Excepcionalmente pueden producir lesiones definitivas y graves como dificultad para mover las piernas, trastornos de la sensibilidad (incluyendo el área genital) o incapacidad de control de los esfínteres urinario y anal.

4. Bloqueo espinal excesivo. Es muy raro. Puede requerir asistencia respiratoria y/o hemodinámica, asociadas a anestesia general. Es reversible aunque puede ser muy grave.

5. Daño neurológico persistente (1:240.000).

6. A pesar de desinfectar la zona de punción, puede aparecer infección de esa zona. También podría producirse una meningitis grave con riesgo para la vida.

7. Rotura del catéter y su secuestro en el interior del espacio epidural. En ocasiones las complicaciones son muy graves y pueden desencadenar el fallecimiento del paciente aunque esta situación es extremadamente rara.


Dificultades técnicas: Imposibilidad para realizar la técnica, lo que es más frecuente en obesos y en pacientes con alteraciones de la columna vertebral.


2. ANESTESIA PERIFÉRICA DEL MIEMBRO SUPERIOR E INFERIOR:


Descripción de la técnica: Para la anestesia periférica de los miembros superiores e inferiores se establece la zona de punción en función del nervio que queremos anestesiar.


a. Riesgos generales del bloqueo de cualquier nervio:

1. El anestésico local puede ocasionar convulsiones, bradicardia o reacciones alérgicas, complicaciones raras pero posibles y graves.

2. Los riesgos más importantes son:

1. Aparición de hematoma por daño de un vaso sanguíneo: en ocasiones requiere reparación quirúrgica y puede dejar secuelas.

2. La lesión directa del nervio por la punción o por el fármaco anestésico.

3. La aparición de una infección próxima al nervio (a pesar de realizar la técnica de forma adecuada)


Estas complicaciones pueden dañar al nervio temporal o definitivamente. Si esto ocurre, sepa que el tratamiento adecuado es muy importante para reducir las secuelas aunque a veces son definitivas.

Estos riesgos son mayores en aquellos bloqueos en los que se introduce un catéter durante varios días para producir analgesia postoperatoria.

b. Riesgos específicos del bloqueo de nervios del brazo o mano: Para cualquier anestesia del miembro superior se puede pinchar en el cuello, por encima o por debajo de la clavícula, en la axila o inyectando anestesia local en una vena de la mano,


c. Riesgos específicos de las punciones en las zonas descritas:


1. Puede producirse de manera más o menos temporal: Hematoma en la zona, parálisis de otros nervios como el recurrente (dificultad para hablar o respirar), frénico, o simpático cervical. También puede lesionarse el nervio originando un daño que puede ser transitorio (y mejorar con tratamiento) o permanente.

2. Al pinchar alrededor de la clavícula, puede provocarse un neumotórax o salida de aire del pulmón. Esta complicación es grave y requiere tratamiento inmediato.

3. Raramente, al pinchar el cuello puede aparecer una anestesia completa por paso de anestésico hacia la médula.

4. El anestésico local puede ocasionar convulsiones, bradicardia o reacciones alérgicas, complicaciones raras pero posibles y graves.

5. La aparición de hematoma, la punción directa del nervio o la aparición de una infección próxima al nervio pueden dañar a éste, temporal o definitivamente. Si esto ocurre, sepa que el tratamiento adecuado es muy importante para reducir las secuelas, aunque a veces son definitivas.

6. Cuando se administra anestésico local en una vena del brazo (anestesia regional intravenosa), es necesario excluirlo previamente de la circulación mediante un manguito que comprime el brazo y lo deja sin sangre durante el tiempo que dura el proceso. Esta falta de riego sanguíneo tiene sus riesgos, tanto sobre los nervios y tejidos del brazo debido a la presión del manguito (lesión nerviosa transitoria o permanente) como sobre el corazón, cerebro y otros órganos debido al paso de anestésico local a la sangre cuando se retira el torniquete.


3. ANESTESIA LOCAL CONTROLADA:


El cirujano realizará una anestesia local de la zona concreta en la que va a trabajar. El anestesiólogo colaborará en ello administrándole a Ud. algún fármaco que le tranquilice y le proporcione mayor relajación y confort al tiempo que vigila posibles problemas derivados de su estado o de la técnica. En caso de complicaciones podría ser preciso practicarle anestesia general, siendo éste el motivo por el que se le remite a consulta de Anestesia y así, conocer los problemas que presenta.

Riesgos: Desestabilización de las enfermedades del paciente debido al estrés de la cirugía. El anestésico local puede ocasionar convulsiones, bradicardia o reacciones alérgicas, complicaciones raras pero posibles y graves (en estos casos peligra la vida del paciente).


La elección del procedimiento anestésico que se le va a aplicar, corresponde exclusivamente al anestesiólogo encargado de su atención médica durante la cirugía. Esto implica que en esta consulta debemos informarle de las diferentes posibilidades anestésicas, pero la decisión final la tomará su anestesiólogo después de reevaluar su historia clínica, de conocer en concreto la intervención quirúrgica, y de comentar con usted, teniendo en cuenta sus preferencias, la actuación anestésica.

RIESGOS PERSONALIZADOS:…………………………………………………………..

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CONSENTIMIENTO ANESTESIA:

Yo, D./Dña.………………………………………………………………,doy mi consentimiento para ser anestesiado/a, habiendo comprendido el significado del procedimiento y los riesgos inherentes al mismo, así como de las posibles alternativas según los medios asistenciales de este centro y declaro estar debidamente informado/a, según disponen la Ley Gallega 3/2001 del 28 de mayo de 2001(DOG de 8 de junio del 2001,núm.111), modificada por la ley 3/2005, del 7 de marzo de 2005(DOG de 21 de marzo de 2005,núm. 55),que establece y regula el Consentimiento Informado, habiendo tenido oportunidad de aclarar mis dudas en entrevista personal con el Dr./a…………………, habiendo tomado la decisión de manera libre y voluntaria.


También comprendo que, en cualquier momento y sin necesidad de dar ninguna explicación, puedo revocar el consentimiento que ahora presto.


Lugo a……de…….200..


PACIENTE ANESTESIÓLOGO/A


D.N.I.…………………. Dr. /a.:……………….


Fdo.: Fdo.:




REPRESENTANTE LEGAL/FAMILIAR

Nombre y apellidos:

D.N.I.:

Parentesco:

Fdo:



He decidido REVOCAR el consentimiento para la realización del procedimiento referido en este documento.

Lugo a………de…………


Firma paciente Nombre y Firma Facultativo/a




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