TODOS SON LOCOS PERO EL QUE ANALIZA SU LOCURA

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Todos son locos, pero el que analiza su locura es llamado filósofo

Todos son locos, pero el que analiza su locura es llamado filósofo


Como tantas hibridaciones, la alquimia que propone Ambrose Bierce, debería ser quizás, un trabajo de laboratorio. Y en este punto, los insumos (para usar un término que la mercantilización globalista habilitó para todo) serían, tanto la locura como la filosofía; y el laboratorio, la vida misma.


Acaso, recordando aquel jueguito verbal de que de poetas y de locos todos tenemos un poco, estaríamos autorizados para adentrarnos en la aventura, de hacer cruzar en una esquina, junto con Bierce, estos dos condimentos sin los cuales la vida sería muy aburrida.


Aquel hombre, de cejas entre canas y coloradas muy tupidas, tenía un vozarrón casi cavernario y un oficio que lo habilitaba para desplegarlo mientras trabajaba. Lo conocíamos como “El loco” o “Cholito” y cuando pegaba carteles que anunciaban la venida de un Circo o un festival de boxeo, su manchado equipo de bombachas blancas y camisa raida al tono, y su figura grotesca, era una invitación para todos los chicos del barrio, que nos sentábamos a mirarlo trabajar. La brocha cargada de engrudo, trazaba, desde el tacho, pasando desprolija por la vereda, cuatro surcos en la pared y pegado que fuera el cartel, otros cuatro trazos rápidos sobre el mismo, lo dejaban englobado y a veces algo torcido, con un grosor que le aseguraba larga vida; por lo menos hasta que la llegada de otro circo, demandara el espacio y fuera tapado por un anuncio nuevo.


Sin embargo, lo que nos llamaba la atención, mas que la torpeza en el trabajo, era la profusa enunciación de “¿aforismos?”. “Cómo va a progresar el fisco, si uno trabajo y cinco miran” era una sentencia que lo acompañaba en su paso por nuestras tardes y las dejaba gratuitas, junto a otras que con el tiempo, nos llevaron a recordarlo con cariño.


A veces analizando aquellas ocurrencias, me pregunto si realmente era “loco”


Apenas unos años después, el Luna Park aplaudía hasta enrojecer las gargantas, la voz que se desplegaba sin mezquindades para cantar esa canción que no ganó el Festival en la mirada de los Jurados, pero que se instaló para siempre de la mano de ese personaje que salía por Arenales con medio Melón en la cabeza y una banderita de taxi libre en cada mano. Y nos enteramos de otro loco, que dibujaba melodías inimaginables en el bandoneón y era rechazado por la academia por caminar por el costado de los cánones tangueros.


La vida, va desplegando un muestrario de locos y locuras, que aceptamos o rechazamos, nos alegran o nos incomodan, nos desnudan o nos maquillan. Un abanico de miradas nos paran frente a actitudes, a veces propias a veces ajenas, a veces hilarantes a veces dolorosas o muy. Como aquella, de anunciar con un vaso de güisqui en la mano, que a sangre y fuego, recuperaríamos lo que era nuestro… pero mayor locura, fue que muchos nos pusiéramos contentos por el anuncio.


Y la filosofía?, espera acaso, en un escaparate del laboratorio?, o nos va acompañando en esa idea diaria de querer acercarnos por la calle de la locura a la sabiduría?


En esto de imbricar heterogeneidades, nuestra geografía urbana, Pinky Pumilla, nos lo recuerda, logró reunir a Mayo y Rivadavia, y también a Roca y San Martín, aunque, vale reconocerlo a Belgrano y los Maestros Pampeanos


Quizá, por esa práctica de imbricar, sea que, muy acá, en el tiempo, se produjera aquel acercamiento a la sabiduría, que empezamos a intentar en esta Santa Rosa, cuando bailábamos murga y candombe y alegres, llevábamos a nuestros padres, hijos y nietos, a trazar juntos, codo a codo, idea a idea, esa firme lección de filosofía que fue al cabo de unos pocos viernes, decirle que no a la locura.


Acaso, la filosofía, sea, como dice Bierce, un reconocimiento de la Locura, pero en todo caso, los santarroseños, nos demostramos, que una buena manera de alcanzarla, es la marcha colectiva y la tentación, por lo menos personal es pensar que es la única.


Santa Rosa, Jueves, 02 de Julio de 2009




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