RODOLFO SEGOVIA EX MINISTRO HISTORIADOR COMERCIO DIRECTO HTTPWWWPORTAFOLIOCOMCOHISTIMPPORTASECCPORTAOPIN20051118ARTICULOWEBNOTAINTERIORPORTA2615079HTML

21 DE FEBRERO DE 1994 SEÑOR LIC RODOLFO PERALTA
259 WWWELORTIBAORG RODOLFO WALSH EL VIOLENTO OFICIO DE ESCRIBIR
ANDADURA Y RESONANCIA RODOLFO LETONA EDITORIAL DE COLORES BUENOS

ANEXO I (SOLICITUDE) CONVOCATORIA DO PREMIO RODOLFO PRADA Á
AUTORIDADES MUNICIPALIDAD DE MENDOZA DR RODOLFO SUÁREZ INTENDENTE PROF
COMUNICADO NÚM 00092019 ANUNCIA JUAN RODOLFO SÁNCHEZ OPERATIVO “CON

Rodolfo Segovia / Ex ministro

Rodolfo Segovia / Ex ministro. Historiador

Comercio directo

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Se han esgrimido muy válidos argumentos para recomendar la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y los Estados Unidos. Al mismo tiempo, los que defienden intereses especiales unos más legítimos que otros- han dejado oír su voz hasta la saciedad, a veces dándole más peso a las versiones apocalípticas del no particular, que a los beneficios colectivos del sí.


Se ha aludido a que Colombia quede a la vera de un camino polvoriento, con Chávez haciendo cara de ‘fo’, hostil al Grupo Andino, mientras los vecinos y socios, Perú y Ecuador, se embarcan en el bus del intercambio enriquecedor con el mayor mercado del mundo. Se anota que la Atpdea (Preferencias Andinas) no es un tratado sino una concesión que se vence el año próximo.


Carece de la estabilidad jurídica necesaria para la conquista de clientes a largo plazo, mejor dispuestos a anudar relaciones con suplidores permanentes. La retórica llorosa para su renovación por los sacrificios en la lucha contra el narcotráfico no conmueve sino a ratos.


Se ha señalado que si por aquí llueve, por allá no escampa. El TLC no es universalmente popular en los Estados Unidos. También allá existen poderosos intereses que se sienten lesionados. El tratado con Canadá y México, mucho más claro en sus beneficios, fue tópico candente de un debate presidencial.


Ross Peroe estuvo a punto de torpedearlo. Estaba equivocado, pero él decía poder escuchar entonces la vorágine de los empleos gringos que iban a ser succionados, la chusma mexicana.


Lobbistas experimentados de la industria farmacéutica y de ciertos productos agrícolas, respaldados por influyentes senadores, arrinconan a los negociadores gringos. Bush enfrenta una creciente jauría crítica. Sus facultades para hacer aprobar el TLC como un todo, en vez de discutirlo artículo por artículo en el Congreso, que lo haría imposible de tramitar, se cierra pronto. Eso no descarta para siempre un tratado pero lo pospone sine die. El ‘saber llegar’ del corrido, también tiene su cuándo.


En el toma y dame de los debates han resultado extrañamente ausentes dos aspectos: la elegante demostración teórica de David Ricardo sobre la riqueza que crea el intercambio libre y los dividendos para el consumidor de la apertura comercial. Ambos embozalados por las estridencias de intereses especiales, idelogismos, y egoísmo de empleados y ex empleados de empresas estatales, que rehúsan considerar cualquier destete de su trono monopólico.


A principios del siglo XIX, el inglés Ricardo formuló una de las contadas demostraciones matemáticas de la nebulosa ciencia económica. La argumentación es sencillísima: no hace falta poseer ventajas absolutas para aprovechar la libertad de comercio, bastan las ventajas relativas.

No se le va a ganar a Tyson boxeando, pero jugando al tejo seguramente los colombianos ‘le dan en la jeta’. Otra cosa es que la remuneración por sus incursiones en el ring sea mayor que las profesionales del turmequé en todo un fin de semana explotando mechas. En economía la eficiencia en el empleo de los factores de producción se premia.


Pero qué importa que el boxeador gane mucho mientras aquí también se estén enriqueciendo. La suma está asimétricamente distribuida, pero no es cero. Los economistas atribuyen infrecuente coincidencia el fenomenal crecimiento de la cuenca noratlántica durante el siglo pasado a la libertad de comercio, confirmación inequívoca de la intuición de David Ricardo.


El consumidor es el invitado silente. Sus adversarios son aquellos que se oponen a la movilidad de los factores de producción, o en términos más amplios, todos los que rechazan la competencia. A un ama de casa no hay que convencerla de que ésta es su mejor amiga. El comercio abierto protege su bolsillo en precio y calidad.


Don Sancho Ximeno, hombre de armas, que debe su gloria a haber resistido con hombría los embates de desalmados aventureros contra Cartagena en 1697, nunca estuvo de acuerdo en llamar contrabando a lo que aceptado por todos, incluyendo los oficiales reales encargados de reprimirlo. El prefería considerar esos benéficos intercambios de productos de la tierra por ropas y esclavos, con holandeses e ingleses, como comercio directo.



CURRICULUM VITAE DR RODOLFO ENRIQUE DEL RIO RODRIGUEZ PROFESOR
Escobar,%20Eduardo%20E.%20&%20Morgan,%20Rodolfo%20L.%20-%20Informatica%20y%20Poder
I NSTITUTO DE INVESTIGACIONES BIOTECNOLOGICAS “DR RODOLFO A UGALDE”


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