LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN








La medición de la pobreza y la desigualdad en México. Una revisión histórica

Humberto Morales Moreno (BUAP-UIA-Puebla)

Miguel Santiago Reyes Hernández (UIA-Puebla)

I

Una breve historiografía económica y social sobre la pobreza en México

Mucho antes de que apareciera en la literatura especializada en México la noción de desigualdad económica, en el siglo XX, ya el concepto de pobreza estaba asociado a una noción jurídica de status de debilidad en el posicionamiento social de un sector de la población novohispana entre los siglos XVII y XVIII. La legislación civil virreinal, heredada de la Recopilación de las Leyes de Indias, establece una serie de disposiciones de carácter judicial que ya respetaban un derecho que pertenecía a una comunidad, a la vecindad, donde viven los súbditos del Rey, así como los representantes de un ayuntamiento, de una congregación o de un pueblo en el México Virreinal. Aquellas personas que habían demostrado vecindad, es decir, que se establecían, que rentaban o que compraban una propiedad en el ámbito de un espacio urbano o rural determinado, en el cual demostraban tener un modo honesto de vivir, frase que ha sobrevivido en nuestros códigos hasta el día de hoy, se hacía acreedora a los derechos y obligaciones de la comunidad. Esto es, no era considerada pobre.

En el ordenamiento jurídico virreinal había ya una serie de normas que van a ser medidas de protección y de alguna manera de aseguramiento de derechos para estos vecinos, digamos, originarios de los pueblos y de los ayuntamientos. Entre dichas normas destacaba claramente la de la figura histórica del abogado de pobres, que funcionaba en tribunales novohispanos desde el siglo XVII. Esta figura del abogado de pobres es muy curiosa porque viene a evolucionar en lo que hoy llamamos defensores de oficio, pero en realidad la defensoría de oficio no es el abogado de pobres que conocemos en el siglo XVII, ya que el abogado de pobres por lo general, es el profesional pagado por la administración del Ayuntamiento o de la Intendencia (en el siglo XVIII después de las Reformas Borbónicas), si estamos hablando de la jurisdicción del Intendente, que tiene por objetivo procurar que los juicios sean justos para aquellos individuos vecinos que por razones económicas son incapaces tanto de pagar un abogado como de seguir un juicio por todos los costos que esto representaba. De manera que el abogado de pobres se asignaba a este tipo de habitantes. No es lo mismo que un defensor de oficio, porque los pudientes, o todas aquellas personas que demostraban tener un “modo honesto de vivir” y que mantenían un cierto nivel de ingresos, no tenían derecho a este tipo de representantes, es decir, la figura del abogado de pobres, es una figura de solidaridad o una especie de ayuda especial que el Estado otorgaba sólo a ciertos sectores de la población que por lo general eran los grupos de las castas, los mestizos y los indígenas, quienes normalmente solían recurrir a este tipo de representación en defensa de sus derechos ante una causa de tipo civil o criminal. La pobreza estaba asociada entonces jurídicamente a una condición de debilidad en el ingreso económico que muy pronto se asoció también a una relación étnico social puesto que, castas, mestizos e indios solían estar mayoritariamente representados en este tipo de “derechos especiales” en juicios civiles y criminales. Se exceptuaban de esta condición socio-étnica de pobreza, las élites que por su condición de sangre y linaje mantenían un status de “modo honesto de vivir”, lo que incluía a los caciques indígenas y sus familias, a mestizos y castas que vivían en casas de españoles o criollos en tareas especiales. De aquí que también, históricamente hablando, la pobreza en México, como seguramente en muchas regiones iberoamericanas bajo el Imperio español, comenzó ya en el siglo XVIII a asociarse a una espacialidad geográfica ligada a las tareas agrícolas, donde la mayoría de los trabajadores pertenecían a los grupos étnicos señalados como débiles, inferiores o pobres, sobre todo en la frontera de los “pueblos empresa” o de los suburbios de las grandes provincias, en espacios urbanos conocidos como “solares” o en anexos de vecindades donde vivían las familias de castas o de indios repartidos a un trabajo especial dentro del contexto urbano.1

Sin embargo, hay que decir que estas figuras virreinales como el abogado de pobres, el tribunal popular y los procesos verbales van a tener también un ámbito de actuación restringido, propio de una sociedad de antiguo régimen dividida en clases, cuerpos y estamentos. Como sabemos, la población indígena de todas las intendencias mexicanas hacia finales del siglo XVIII es mayoritaria, y tenía una jurisdicción aparte, una jurisdicción especial, tan meticulosamente estudiada por Woodrow Borah, el Juzgado General de Indios, que por lo general atendía las causas de tipo civil o criminal en el ayuntamiento o de los alcaldes ordinarios -en el caso por ejemplo de Puebla-y atentos a escuchar las demandas de la población indígena en juicios contra españoles, juicios completos de propiedad o invasiones de tierras o incluso juicios por causas criminales como robo, asesinato, violación, etcétera, en la cual estuvieran implicados población indígena contra población española.

Lo interesante de estos tribunales de jurisdicción extraordinaria que existieron en todo el territorio del México novohispano, es que muchos de éstos, como el mencionado Juzgado de Indios, tenían una dinámica jurídica variada, rica y llena de elementos de protección de derechos que merecería la pena volver a estudiar a la luz de las enmiendas que hoy se elaboran al marco constitucional vigente para asegurar lo que al parecer no quedó claro con el capítulo de las “garantías individuales”.

Durante todo el siglo XIX y hasta la promulgación de la constitución de 1917, la condición de ciudadano en México se vinculó jurídicamente a la noción del “modo honesto de vivir” que heredamos de tiempos virreinales con los “derechos sociales” conquistados por la Revolución de 1910-1917. El estado posrevolucionario mexicano debido a las nuevas condiciones históricas nacionales e internacionales, redirigió su política de ”protección” del Estado hacia los grupos débiles o de status vulnerable hacia el control de los sindicatos obreros y las comunidades agrarias, intentando ocultar y disipar las más importantes contradicciones económicas y sociales de un país en pleno período de industrialización, así como el análisis y estudio de la pobreza ligada al origen étnico social por el de “distribución del ingreso” y “líneas de pobreza”, con posterioridad a la 2ª Guerra Mundial.

En los últimos 60 años la pobreza ha sido un problema permanente, aunque sus dimensiones y características han variado con la estrategia de desarrollo y las condiciones macroeconómicas vigentes en diferentes momentos. Durante el periodo en que rigió el modelo de sustitución de importaciones (1954-1971), dos grandes procesos incidieron en distintas direcciones sobre la pobreza. Por un lado, la dinámica excluyente del crecimiento urbano contribuyó al aumento de la pobreza tanto entre individuos como entre regiones; pero por otro, las tasas de crecimiento económico, relativamente altas y sostenidas y la aplicación de políticas sociales universales no sólo contrarrestó un posible aumento de la misma, sino logró una disminución significativa entre 1960 y 1981-1982. Sin embargo, pese a los progresos del desarrollo social, la pobreza persistió.

A comienzos de la década 1980, inició la instauración de un nuevo modelo económico basado en la promoción de las exportaciones, una mayor participación del mercado y la conformación de grandes grupos económicos a escala internacional (Morales et al, 2009). Los efectos sociales del drástico cambio se expresaron en la acentuación de la concentración del ingreso y la riqueza, y un significativo aumento de la pobreza.

En el transcurso de estos años, mucho se ha avanzado en la investigación y en la medición de la pobreza. En la literatura, es conocido que no existen consensos universales sobre la concepción y por tanto la medición de pobreza. Se reconocen virtudes y desventajas de cada método de medición. Hay acuerdo entre los especialistas del tema en que la elección del método depende de la perspectiva teórica y de los objetivos perseguidos. La persistencia y el aumento de la pobreza requieren la continuación de ese esfuerzo de medición, a la vez que profundizar en el análisis de las relaciones entre crecimiento económico, desigualdad y pobreza.

Es a partir de esa década que la pobreza comienza a definirse claramente como un fenómeno económico-social y ya no étnico-jurídico. Es definida como una condición socioeconómica y política en la cual las personas viven con muy bajos niveles de bienestar. Un ambiente de pobreza conlleva notables diferencias históricas entre distintas sociedades y países; dentro de éstos entre distintas regiones y/o comunidades. Las peculiaridades de cada caso han generado distintos enfoques teóricos que, a su vez, proponen diferentes métodos de medición. Las diversas interpretaciones elaboradas en torno al estudio de la pobreza y sus respectivos métodos de medición pueden agruparse en tres grandes perspectivas historiográficas:

a) Interpretación basada en el enfoque de “subsistencias”. (Lo que la Historia social había definido como la evolución de los niveles de vida de la población)

b) Interpretación basada en el enfoque de “necesidades básicas”. (De corte sociológico)

c) El enfoque de las capacidades. (A partir de la publicación de los trabajos pioneros de Amartya Sen2)

El enfoque de “subsistencias” estudia las causas de la pobreza a partir de la carencia esencial de recursos básicos para la subsistencia humana: ingresos, capital físico y humano. Dentro de este enfoque que analiza el bienestar mínimo de una persona o familia, se pueden encontrar variantes conceptuales y de medición. Concebir la pobreza como la carencia de recursos básicos a los que tiene acceso y puede consumir una persona o un hogar da lugar al llamado método directo de la pobreza, método de líneas de pobreza (umbral mínimo) de consumo. Cuando hablamos de quela pobreza se caracteriza por ser una condición en la cual el individuo, o la familia, carecen de ingresos necesarios y suficientes para vivir adecuadamente, conforme a las normas socialmente establecidas en una época histórica determinada, se utiliza el cálculo de líneas de pobreza por ingresos como medida de pobreza, método conocido en la literatura como método indirecto.

En la perspectiva del enfoque de necesidades, se analiza la pobreza a través de la interacción entre éstas y los satisfactores sociales, centrando su atención en las formas y condiciones de vida, las costumbres y actitudes de las personas que no cubren los mínimos.. Aunque uno podría asumir que las necesidades básicas pudieran comprender una canasta mínima de consumo individual o familiar (alimentos, vivienda, vestido, artículos del hogar; acceso a servicios básicos como salud, educación, agua potable, alcantarillado, recolección de basura, energía y transporte público), no existe consenso sobre ello. Esta conceptualización de la pobreza, en tanto constante interacción entre las necesidades y los satisfactores, implica ante una sociedad que desarrolla de manera incesante nuevos métodos de producción y consumo, cambio y transformación constante en los satisfactores, y en mucho menor medida y velocidad en las necesidades consideradas básicas para la vida humana. En México, el ensayo de Oscar Lewis sobre la antropología de la pobreza a finales de los años 60’s provocó mucha inquietud por el “descubrimiento” socio-antropológico de la pobreza ligada a las condiciones de vida, esto es, a los fenómenos relacionados con la calidad de vida, como un indicador crucial del desarrollo económico. Sin embargo, Boltvinik (2009) es quien sistematiza el análisis de la pobreza desde la perspectiva de necesidades en México, primero con el desarrollo de su Método Integrado de pobreza (que incorpora elementos de pobreza coyunturales como el ingreso y estructurales como las condiciones de vida: vivienda, educación, salud, etc.,) y posteriormente con el planteamiento teórico sobre el florecimiento humano (2009)

El enfoque de las capacidades incorpora, al igual que el enfoque de necesidades, la explicación estructural de las causas de la pobreza pero a partir de introducir en la compleja problemática de este fenómeno la perspectiva de la libertad a la par que el desarrollo económico. Se denomina capacidades básicas a un conjunto de funciones que todo individuo debe tener para participar mínimamente en distintas actividades sociales. Al igual que en el caso de las necesidades, no existe tampoco un consenso sobre cuáles serían las capacidades básicas o mínimas, si una combinación de la carencia de ellas hace más o menos pobre a alguien, etc.,3

Las capacidades dependen esencialmente de las funciones cualitativas, esto es, no es suficiente que una persona culmine el ciclo de educación básica o que formalmente pueda acceder a servicios públicos de salud, sino que tenga las capacidades de leer, escribir, pensar analíticamente. Estar bien alimentado y gozar de buena salud para desempeñar satisfactoriamente sus actividades familiares, escolares, laborales y sociales. En suma, este conjunto de capacidades permite a toda persona participar en la vida económica, social y política de su comunidad en particular, y de su país en general. Es importante entender la diferencia entre pobreza como falta de ingresos y pobreza como falta de capacidades. Aunque ambos conceptos están históricamente vinculados, en la medida en que el ingreso es un medio esencial para adquirir capacidades; a su vez el aumento de las capacidades permite elevar la calificación de una persona para ser más competitiva y poder generar mayores ingresos.

Por otro lado, puede apreciarse que el concepto de capacidades rebasa los conceptos de necesidades básicas, pues no se estanca en el mero disfrute de bienes y servicios (educación, salud, alimentación) sino en la realización de las funciones que dichos bienes y servicios hacen posible que una persona adquiera las capacidades para enfrentarse a la competencia de los mercados de trabajo y a los avatares de la vida cotidiana.

No podría decirse lo mismo, si hablamos del concepto de capacidades versus necesidades (en general). Boltvinik define lo necesitado como aquello cuya carencia daña al individuo y/o limita su florecimiento y ubica 6 necesidades básicas no para cuestiones de subsistencia sino de florecimiento: 1) fisiológicas; 2) de seguridad; 3) afectivas: amor, afecto, pertenencia; 4) de estima: reputación, auto-estima; 5) de autorrealización; y 6) cognitivas. Desde esta perspectiva, el enfoque de necesidades tiene la ventaja sobre el de capacidades de que sí define claramente las necesidades básicas. Sin embargo, comparte junto con el de capacidades, la limitación de ubicar los límites entre el desarrollo humano y la pobreza a partir del establecimiento de mínimos (umbrales).

En México, las investigaciones – y las propuestas de política en ellas inspiradas— se habían dirigido tanto a la carencia de ingresos (enfoque indirecto) como a la insatisfacción de las necesidades básicas (enfoque estructural de la pobreza)4. Durante los años setenta y ochenta, la política social orientada a reducir la pobreza partió de un diagnóstico sobre la pobreza en términos de mínimos de ingreso (enfoque indirecto). Al comenzar la década del noventa el enfoque de las capacidades enriqueció el diagnóstico, pero sobre todo el diseño y ejecución de políticas, introduciendo criterios de género que apuntan a debilitar las diferencias de tratamiento dentro de las familias, en las cuales las niñas y las mujeres son discriminadas. Aspectos que no son captados, ni atendidos adecuadamente por los enfoques directo e indirecto de la pobreza. Desde mediados de los años noventa el enfoque de las capacidades es combinado con los anteriores ampliando y enriqueciendo el horizonte de análisis de la pobreza.

Ante las restricciones fiscales, la organización y ejecución centralista del gasto público, el diseño y ejecución de políticas sociales que se aplicaro desde comienzos de los años noventa atienden esencialmente la llamada pobreza extrema, después replanteada como pobreza alimentaria. La pobreza moderada aunque importante no era prioritaria. Cuantitativamente, la pobreza extrema, o pobreza alimentaria, es definida a partir de un nivel de ingreso cuyo monto no permite consumir ni siquiera una cantidad mínima de alimentos que permita un desempeño personal adecuado. Por su estado de salud, alimentación y educación carecen de capacidades para llevar una vida sana, con suficiente energía para desenvolverse satisfactoriamente en sus actividades diarias, en la escuela, en el hogar o en el trabajo.

En términos cuantitativos, la pobreza moderada está definida a partir de un patrón normativo de consumo cuyo monto de ingresos permitiría vivir a las personas o familias cubriendo satisfactoriamente varias de sus necesidades básicas, no todas, dado el nivel de desarrollo del país. Así, las personas u hogares moderadamente pobres pueden desempeñarse en forma aceptable y, por lo tanto, aprovechar las oportunidades del desarrollo de diversas maneras, logrando tener cierta movilidad social, competir en el mercado de trabajo, participar en las ofertas de educación pública, etc5.

Es a partir de finales de los años noventa, cuando a partir de una reconceptualización de la pobreza que incorpora elementos del enfoque de capacidades y de pobreza moderada, se construye tomando como base las líneas de pobreza por ingresos, nuevas mediciones que dan lugar a una política pública de focalización hacia los más pobres, con transferencias monetarias para fomentar el desarrollo de la salud y educación: Oportunidades, antes Progresa6.

La distinción entre tipos de pobreza es de gran trascendencia analítica, sobre todo por las derivaciones que surgen en el diseño y ejecución de políticas públicas. Analíticamente, permite distinguir las formas que asume la pobreza en países altamente desarrollados y en países de menor desarrollo (muchos de ellos ahora clasificados como economías emergentes, caso de México). Es una distinción esencial porque da origen a dos concepciones sobre la intervención gubernamental mediante políticas públicas: universalismo vs. Focalización.

Desde la historia económica de México, existen tres argumentos que fundamentarían la necesidad de distinguir los tipos de pobreza:

1°. Un importante sector de la población en condiciones de pobreza extrema ha permanecido al margen de cualquier beneficio del modelo económico aplicado en un periodo determinado. Esto es, las altas tasas de crecimiento del desarrollo estabilizador a la fecha, no tuvieron efectos favorables en la vida de los más pobres, sobre todo del medio rural, aunque la aplicación de políticas sociales universales amortiguó su marginalidad, e incluso hay indicios de que sus condiciones de vida mejoraron relativamente. La pobreza extrema y la pobreza estructural están entretejidas con las estructuras económicas y sociopolíticas más atrasadas y enraizadas del país, que en virtud de su aislamiento y dispersión geográfica apenas reciben los efectos de la modernización en general. (1940-2000)

2°. En condiciones de restricción fiscal es necesario destinar una porción del gasto social, exclusivamente, a quienes más lo necesitan.

3°. Por último, las deplorables condiciones de vida de los extremadamente pobres obligan al Estado a atenderlos con programas especiales y de atención prioritaria, definiéndoles como población objetivo de políticas focalizadas. En otros términos, “el concepto de pobreza extrema permite establecer qué tipos de beneficios deben otorgarse, dónde y con qué prioridad.7"

La estrategia de focalización vs. Universalismo que domina a partir de la década de los noventa, implicó que el ejercicio metodológico de líneas de pobreza se convirtiiera en un ejercicio indispensable, aunque complicado y, sobre todo, polémico. Esto nos lleva entonces a la breve historiografía sobre los métodos de medición de la pobreza en México entre 1950-2009.

Las interpretaciones directa e indirecta de la pobreza al elaborar diferentes diagnósticos atienden la medición de distintos aspectos. Así, la indirecta destaca la insuficiencia de recursos como causa de la pobreza, mide el nivel de ingresos, mientras que la explicación directa, que la aborda lo que consumen los pobres, la de necesidades básicas insatisfechas quese dedica a medir condiciones estructurales de la pobreza.

De cada una de estas interpretaciones surge una forma de medir la pobreza:

1) Del enfoque indirecto se deriva el método de la línea de pobreza por ingresos. (Líneas monetarias). Método que hasta este año, era el método oficial de pobreza.

2) Del enfoque directo se desprende el método de línea de pobreza por consumo. En México esta técnica ha sido poco aplicada y es utilizada más bien en algunos países latinoamericanos como la medición oficial de la pobreza

3) Del enfoque estructural se desprende el Método de Necesidades básicas insatisfechas (NBI) utilizado por diversos investigadores, el Método Integrado de Pobreza que conjunta al NBI con las líneas de pobreza. los métodos de línea de pobreza y de necesidades básicas insatisfechas son complementarios y esta complementariedad alentó la elaboración de índices agregativos que reúnen las ventajas de ambos métodos. Estos índices-resumen representan el método de medición integrada de la pobreza. La medición integrada permite descubrir tres grupos de población pobre: a) Los que son pobres por necesidades básicas insatisfechas, b) Los que son pobres por ingresos, yc) Los que son pobres por ingresos y por necesidades básicas insatisfechas.

4) Medición multidimensional de la pobreza. Considera a la pobreza producto de múltiples factores, cuyos efectos se entrelazan. No existe consenso sobre un único método y en México la CONEVAL por ley debe realizar una medición considerando varios aspectos como ingreso, educación, salud, entre otros8.

Independientemente del método que pueda utilizarse, las tendencias son muy similares. Lo que modifica los cálculos entre unos y otros métodos, gran parte de las veces son los umbrales establecidos. Desde 1992 sólo hay dos mediciones comparables, la de la misma SEDESOL con los datos de Raygoza, o con los de Boltvinik (2002) hasta el año 2000. Estos últimos cálculos, de pobreza por Método integrado, pobres por ingresos por método integrado y línea de pobreza oficial muestran tendencias a la alza y bajas de la pobreza con diferentes métodos, lo que confirma que los cambios pueden deberse a los umbrales establecidos.

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

Gráfico 1. Evolución de la pobreza en México. Comparación de diferentes métodos de medición

Asimismo, el análisis de tendencias se mantiene, cuando incorporamos otra modalidad de medición como la pobreza extrema y moderada. Viendo los datos resumidos por Flores Alonso (2003) entre 1984 y el 2000, tenemos:

Evolución Histórica de la pobreza extrema y moderada en México:

1984-2000

(Porcentaje promedio sobre el total de la población)


1984

1989

1992

1994

1996

1998

2000

E

M

E

M

E

M

E

M

E

M

E

M

E

M

Varias fuentes de medición9

27

41.5

24

47

25

53

27

42.5

38

57.5

43

52

39

43



Para los periodos anteriores a 1994 los promedios descartaron los cálculos extremos para evitar una clara distorsión de la media, pero arrojan información que debe tomarse en cuenta para investigaciones regionales desde una perspectiva de historia económica y social. Los métodos de Boltvinik (2002), Raygoza (1992) y Levy (1992) tienden a magnificar las cifras, sea de pobreza moderada o extrema en algunos periodos. Los del Banco Mundial tienden a minimizarlos. Sin embargo, las tendencias se mantienen con cualquier tipo de medición. Un análisis de la evolución de la pobreza nos dice lo siguiente: 1968-1981, baja la pobreza; 1981-1996 sube la pobreza; 1996-2006, baja la pobreza y 2006-2008 sube de nuevo la pobreza.

Los datos permiten confirmar históricamente otra situación. En época de crisis y alza de productos de canasta básica, la pobreza aumenta. Por ejemplo, la crisis desatada por el efecto “tequila” desde 1995 incrementó notablemente los niveles de pobreza extrema a una media del 40% entre 1996-2000, sobre el 26% promedio entre 1984-1994. Mientras, los datos oficiales de pobreza de 2006-2008 planteaban un aumento de la pobreza extrema o alimentaria en 6 puntos porcentuales producto de la crisis alimentaria y alza en productos básicos10.












II

Desigualdad económica, distribución del ingreso y pobreza en México.

(Teoría económica y evidencia histórica)

La historia económica y social de la pobreza en México tuvo un momento estelar en la década de los 80’s cuando Nora Lustig comenzó sus estudios pioneros sobre la relación entre crecimiento económico y distribución del ingreso. Con datos de los años 1968 y 1977 en todos los grupos familiares, Lustig observó que cuando se separan los automóviles del resto de los bienes duraderos, la concentración del ingreso en el tope favoreció la demanda de autos, pero no para el resto de los bienes de consumo duradero, por lo que la hipótesis de los economistas estructuralistas de la época, que habían comenzado sus trabajos pioneros en la medición de la distribución del ingreso, de que una mayor concentración del ingreso en el tope favorece la expansión de la demanda de los bienes duraderos, no se verificaba en todos los casos. Para los bienes tradicionales (perecederos), la demanda sería impulsada de forma significativa si hubiese una pre-distribución hacia el estrato de ingreso mas bajo en casi todos los casos, con lo que se respaldó la hipótesis de que una redistribución hacia los grupos de ingresos bajos estimularía el consumo de bienes tradicionales. Por otro lado, lo anterior sólo se cumple para bienes perecederos pero no para tradicionales de consumo no perecederos, ya que una distribución hacia los sectores más pobres no arroja resultados consistentes en el aumento de la demanda de este tipo de bienes. Después del cálculo de la elasticidad global se concluye que en ningún caso y en ninguno de los dos años hay signos de saturación, ya que dicha elasticidad global es superior a la unidad, sin embargo, comparando ambos años, en 1968 la orientación del gasto se enfoca a la demanda de bienes duraderos, mientras que en el caso de los bienes tradicionales si existe una saturación (las ramas tradicionales no podrían crecer a tasas mayores que las del producto global porque la demanda no podía sostener ese ritmo) Este ejercicio demostró que las hipótesis estructuralistas en torno a la relación entre distribución del ingreso y patrones de consumo no son en general aplicables a México, ya que los resultados de las muestras no son consistentes en cada hipótesis11.

Lo anterior llevó en la literatura a reconsiderar la importancia de la utilización de la ENIGH, encuesta que por primera vez se empezó a realizar en México desde 1956 y 1958, años en que la Dirección General de Estadística (DGE), entonces dependiente de la Secretaría de Industria y Comercio, llevó a cabo la primera Encuesta de Ingresos y Egresos de la Población en México. La misma DGE realizó en 1960 la encuesta “Las 16 ciudades de la República Mexicana, Ingresos y Egresos Familiares”. Entre 1963 y 1968 fue el Banco de México quien se encargó de levantar la encuesta, y durante el periodo 1969-1970, nuevamente la Dirección General de Estadística la llevó a cabo. Posteriormente, en 1975, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social la levantó. En 1977, la Dirección General de Estadística, ahora dependiente de la Secretaría de Programación y Presupuesto, llevó a cabo la Encuesta Nacional de Ingreso-Gasto de los Hogares, encuesta que constituye el antecedente inmediato de las nueve encuestas sobre este tema que ha realizado el INEGI y que se conoce ya bajo las siglas de ENIGH.

La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares surge en el año de 1984 y, a partir de 1992, se realiza con una periodicidad de levantamiento de cada dos años. Al tiempo que se conservó la comparabilidad del marco conceptual, periodos de referencia, unidades de análisis, cobertura geográfica, instrumentos de captación, diseño muestral y procedimientos operativos utilizados en la generación de datos, también se actualizaron otros aspectos relevantes como la metodología, y se incorporaron nuevos productos con el objetivo de adecuarse a los cambios económicos del país y obtener resultados que reflejaran mejor la realidad. Como hemos visto líneas arriba, la medición de la distribución del ingreso a partir de la ENIGH ha sido la forma indirecta más utilizada para acercarse al problema de la pobreza en México, pero esto ha creado también graves confusiones porque se ha comparado a la desigualdad económica como sinónimo muchas veces de pobreza12.

Cuando tratamos de medir las características de la distribución funcional (esto es, la manera como el producto total se reparte entre los dos factores intervinientes en el proceso de producción) es evidente que el indicador más adecuado es el porcentaje del ingreso total que corresponde a la remuneración a cada factor. Es decir, si suponemos un proceso productivo en el cual intervienen n factores X1, X2, ...., Xn, donde la retribución total a cada factor se simboliza por Y1, Y2, ..., Yn, tendremos:

Y = Y1 + Y2 + ... + Yn

Y donde

wi = Y i ∕ Y

Medirá la participación del factor i-ésimo en el ingreso total (nacional), que puede expresarse directamente en tanto por uno, o bien, alternativamente, como porcentaje, multiplicando cada wi por 100.

De manera análoga pueden analizarse la distribución sectorial y la distribución regional. En el primer caso será necesario disponer de información relativa al ingreso correspondiente a cada sector de actividad (agropecuario, industrial, de servicios) con diferentes niveles de desagregación. En el segundo caso, deberíamos conocer los flujos de ingreso de cada región para computar luego la participación (porcentual) de cada una en el ingreso total.

Cuando no se dispone de la información correspondiente, la distribución sectorial y la regional suelen estimarse a través de una medida indirecta, que es la participación (porcentual) de cada sector o de cada región en el producto bruto. Es decir:

w j = Y j ∕ Y = PBI j ∕ PBI j = 1,….m

Donde w j es la participación del sector j-ésimo (o de la región j-ésima) en el ingreso nacional.

Obsérvese que esta forma de medir la distribución, aunque puede ser una buena aproximación, no refleja exactamente la manera como se reparte el producto, sino la manera como se origina el mismo. Las limitadas disponibilidades de información estadística, no obstante, obligan frecuentemente a efectuar estas aproximaciones en etapas históricas donde no es posible una reconstrucción puntual de los datos.

Las mediciones relativas a la distribución personal, en cambio, difieren del criterio expresado hasta aquí. Se trata en este caso de analizar la manera como se distribuye el ingreso percibido entre los distintos estratos de la sociedad. Es decir, se divide a la población en un cierto número de estratos ordenados de manera creciente según los ingresos del grupo familiar. En el primer estrato se incluyen todas las familias con los menores niveles de ingreso, continuando de manera creciente hasta el último estrato, que comprende todas las familias con los más altos niveles de ingreso. En el análisis de la distribución personal nos proponemos conocer qué porcentaje del ingreso total es captado por cada estrato.

Los estratos se construyeron de manera tal que cada uno de ellos contenga el mismo número de habitantes. Es decir, en el primer estrato se encuentra el 20% de menores ingresos, y así sucesivamente hasta llegar al quinto, en el cual se ubica el 20% de mayores ingresos de la sociedad, que en adelante asociaremos a los estratos más pobres y más ricos de la sociedad, respectivamente. Pero aquí ya estamos hablando de pobreza de ingresos o riqueza de ingresos por familia. Esto es, estamos hablando de desigualdad económica como una forma de pobreza o riqueza de ingresos.

El problema se complica aún más si ampliamos el número de estratos, resultando en general muy engorroso efectuar comparaciones, sean estas de corte transversal (es decir, comparaciones con datos correspondientes a otros países o regiones para el mismo período de tiempo) o bien de series cronológicas (correspondientes a un mismo país en diferentes etapas históricas). Esto nos lleva a la clásica utilización de curvas de Lorenz.

La línea que une todos los puntos correspondientes a los pares de valores tabulados se denomina Curva de Lorenz. La posición de esta curva revela el grado de concentración en la distribución personal del ingreso. El razonamiento es el siguiente: si todas las personas percibieran el mismo ingreso (es decir, si existiera perfecta equidistribución.), la Curva de Lorenz se confundiría con la recta OA de 45º, pues al 20% más pobre de la población correspondería el 20% del ingreso, y así sucesivamente. Por ese motivo denominamos a OA línea de equidistribución.

En el otro extremo, si el ingreso estuviera totalmente concentrado en el último estrato, los grupos I a IV (es decir, el 80% más pobre de la población) percibirían el 0% del ingreso, en tanto el 20% más rico percibiría el 100%. La Curva de Lorenz se confundiría, pues, con la línea quebrada (OBBA). De esta manera, cuanto más cerca de la línea de equidistribución se encuentre la Curva de Lorenz, menor será la concentración existente en la distribución personal del ingreso de la economía. En el gráfico 3 se representan las curvas de Lorenz correspondientes a 3 poblaciones, A, B, C, encontrándose el ingreso más concentrado en C, menos concentrado en A, y siendo B un caso intermedio.

Gráfico 3. Curva de Lorenz



LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

Con esta herramienta hemos podido avanzar un poco, pues estamos ya en condiciones de afirmar en qué casos es mayor o menor la concentración en la distribución del ingreso. Sin embargo, existe un problema aún no resuelto. En el gráfico 4 ¿cuánto más cerca de la línea de equidistribución se encuentra A respecto a B o a C? Sería útil disponer de una medida objetiva que nos permitiera responder a este interrogante.

En tal sentido, se ha ideado un indicador, conocido como coeficiente de Gini. Este coeficiente se obtiene de la siguiente manera: a partir de una curva de Lorenz se calcula el área que se encuentra comprendida entre dicha curva y la línea de equidistribución (el área sombreada en el gráfico 4). Al resultado obtenido se lo divide por la superficie del triángulo OAB.



LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

Gráfico 4. Curva de Lorenz y Coeficiente de Gini

Si llamamos S1 a la superficie sombreada y S2 a la no sombreada, definiremos el coeficiente de Gini como sigue:

CG = S1 ∕ Sup ▲OAB = S1 ∕ ( S1 + S2 )

¿Qué valores puede tomar CG? Si la distribución personal es muy igualitaria, la curva de Lorenz se aproximará a la línea de equidistribución y S1 tenderá a cero. En el extremo opuesto, una distribución muy concentrada llevará a la curva de Lorenz hacia los ejes (OB BA), en cuyo caso S2 tenderá a 0.

Por lo tanto:

a) Cuando la distribución es muy igualitaria:

CG → 0 ∕ ( 0 + S2 ) = 0

b) Cuando la distribución es muy concentrada:

CG → S1 ∕ ( S1 + 0 ) = 1



De esta manera podemos comparar a través de un indicador simple las diferencias existentes en la distribución personal entre países, entre regiones, o bien la evolución a lo largo del tiempo.

Con la metodología anterior hemos podido elaborar el siguiente cuadro que mide la evolución histórica de la desigualdad económica en México entendida ésta como sinónimo de pobreza o riqueza de ingresos entre 1960-1996.

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

A pesar de que la economía mexicana se caracterizó por fuertes desigualdades y pobreza antes de sus transformaciones estructurales recientes, entre 1984 y 1994 aumentó la porción del ingreso total captada por el 20% de la población con más ingresos de 49.2% a 54.5%, mientras que el porcentaje de población en pobreza extrema pasó de 10.3% a 10.8% (Szekely,1998), aunque quizá el cambio más preocupante de tal periodo sea la reversión del proceso de formación de "clases medias" (quintiles II-IV), que estuvo presente en el esquema de intervención estatal y proteccionismo. En lo que respecta a los extremos de la distribución, cabe mencionar el incremento en el porcentaje de hogares tanto en pobreza moderada como en pobreza extrema entre 1984 y 1994, de acuerdo a las líneas de pobreza de INEGI-CEPAL, así como el aumento del ingreso del 1% de la población con más ingreso y la reducción del porcentaje de hogares que concentran 25% del ingreso total.

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

Aunque tras las más importantes reformas, el crecimiento económico se ha reactivado, hasta antes de las nuevas debacles de 2006- 2009, no ha podido alcanzar los niveles de los años anteriores a ellas. Esto se ha debido a una combinación de menor acumulación de factores productivos y a una reducción de las ganancias en eficiencia.

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

En el mismo periodo histórico de observación de la desigualdad económica, notamos que la baja formación de capital humano se convierte en el nuevo talón de Aquiles de la desigualdad y por ende, de la pobreza en México.

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

El resultado de las dificultades para incrementar el crecimiento, la acumulación de capital físico y humano y elevar la productividad, ha sido un importante deterioro de los ingresos laborales. Si bien las caídas más marcadas en las remuneraciones al trabajo ocurren en los años previos inmediatos a la profundización de las reformas económicas y en sus inicios, el deterioro salarial en el sector formal de la economía, medido por la evolución de los salarios contractuales y los salarios manufactureros, se origina desde mucho antes de los primeros cambios estructurales de consideración. Cabe destacar que mientras las remuneraciones medias y los salarios manufactureros registran recuperaciones para principios de los noventa, estableciendo una elevación de los ingresos laborales tanto para el sector informal como para parte del sector formal, los salarios contractuales mantienen su tendencia al deterioro. Dichos salarios son el producto de la negociación entre empresas y organizaciones laborales, y en cierta forma miden el poder de los sindicatos en el sector formal. Como se aprecia dicho poder ha declinado consistentemente.

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

Por otra parte, destaca la continua caída de los salarios mínimos, que si bien no necesariamente está asociada con la evolución de los ingresos laborales promedio o sectoriales de la economía, sí representaría un factor de flexibilización del mercado laboral que evitaría un incremento del desempleo. En general, los severos ajustes que se observan en los indicadores salariales sugieren cierto grado de flexibilidad en el mercado de trabajo que se traduciría en bajos niveles de desempleo o rápidos ajustes para corregir altas tasas del mismo.



LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

La contribución de la desigualdad entre grupos, a la desigualdad total, puede considerarse como aquella parte de la desigualdad explicada por el criterio que permitió definir los grupos. En este sentido, cada uno de los resultados de la desigualdad entre grupos es indicativo de los factores determinantes de la desigualdad. En síntesis, los factores explicativos más importantes de la desigualdad registrada entre 1989 y 1994 corresponden al nivel educativo y la ocupación principal, los cuales, además incrementaron sostenidamente su contribución a la desigualdad. En segundo término se encuentran la rama de actividad y la ocupación principal, de las cuales destaca la primera por su aumento continuo en el periodo indicado. El tercer grupo de elementos explicativos corresponde a la zona, la edad y el género, el cual presenta una estabilidad notable, exceptuando la zona, que tiene un incremento notable en su poder explicativo en 1994.

El gráfico que sigue presenta la descomposición del índice de Theil ponderado por población, de acuerdo a grupos clasificados según grado y ocupación principal. Los resultados muestran que el mayor porcentaje de la desigualdad es atribuible a diferencias en educación y ocupación principal, y estos factores incrementaron su importancia hasta 1994, lo cual nuevamente dirige la atención a establecer qué ha ocurrido con las remuneraciones del capital humano13.

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

III

La pobreza multidimensional. El futuro de la historiografía económica de la pobreza en México.


En años recientes, la discusión sobre conceptos y métodos multidimensionales, ha comenzado a tener impacto en la esfera política. México es el país de la región que más ha desarrollado y depurado sus métodos de medición de la pobreza. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) es la instancia responsable de calcular la pobreza y generar mediciones que serán de uso obligatorio para todas las dependencias del sector público. La medición oficial actual realizada por el CONEVAL se hace a través de la definición de líneas de pobreza a partir de ingresos. Según la Ley General de Desarrollo Social vigente (artículo 36), el CONEVAL está obligado a medir pobreza desde una perspectiva multidimensional14. Sin embargo, CONEVAL toma la decisión de adoptar lo que hizo el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza de la SEDESOL15, en tanto se construye la nueva metodología de medición. Las razones para continuar aplicando de manera temporal la estimación de pobreza por ingresos son las siguientes:16


  1. No pueden dejar de tenerse datos sobre pobreza porque el Gobierno de México tiene compromisos en materia de política pública con base en la medición de la pobreza.

  2. Se requiere tiempo para construir y desarrollar la metodología multidimensional que corresponda con el marco legal.

  3. Se requiere la elaboración de nuevas canastas básicas alimentarias (CBA) y no alimentarias (CBNA). No se tienen canastas básicas alimentarias nuevas. La canasta básica alimentaria que se utiliza para la medición de pobreza es la de INEGI-CEPAL de 1992 calculada con la ENIGH de 1984. Se argumenta para ello, el cambio en la estructura de consumo y los precios relativos.

  4. Se seguirá publicando hasta 2012 de manera paralela a la nueva medición.


Los cálculos de pobreza por ingresos utilizan los datos del INEGI17, de manera específica la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los hogares (ENIGH), y se aplica la metodología del Comité Técnico, desarrollando trabajos de estimación de la pobreza de ingresos en niveles, empleando un procedimiento elaborado por Elbers et al.18, que considera como variables independientes a un conjunto de predictores comunes a la información censal, a fin de hacerla compatible con la información de la ENIGH (CONEVAL: 2007).


De acuerdo con la metodología para medir la pobreza por ingresos, se definen tres niveles:


1. Pobreza alimentaria: Incapacidad para obtener una canasta básica alimentaria.

2. Pobreza de capacidades: Insuficiencia del ingreso disponible para adquirir el valor de la canasta alimentaria y efectuar los gastos necesarios en salud y educación.

3. Pobreza de patrimonio: Insuficiencia del ingreso disponible para adquirir la canasta alimentaria, así como realizar los gastos necesarios en salud, vestido, vivienda, transporte y educación.


Como la LGDS establece que la medición de la pobreza debe considerar su carácter multidimensional, el CONEVAL elaboró un indicador complementario que trata de captar elementos adicionales al ingreso, el Índice de Rezago Social (IRS). Este indicador generado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), considera tres aspectos básicos (1) la oportunidad de la información, incorporando la información disponible acorde a los indicadores de pobreza y a los niveles de desagregación que marca la Ley; (2) la selección de una base de datos cuya estructura permita obtener indicadores en los niveles de agregación de localidades, municipal, estatal y nacional; (3) la elección de la técnica estadística de componentes principales, al igual que el Índice de Marginación, ya que permite resumir en un indicador agregado las diferentes dimensiones de la pobreza.


El índice resultante permite ordenar las unidades de observación (localidad, municipio, estado) según sus carencias sociales (CONEVAL, 2007). Los indicadores para la construcción del índice de rezago social son: Porcentaje de población de 15 años o más analfabeta, Porcentaje de población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela, Porcentaje de población de 15 años y más con educación básica incompleta, Porcentaje de población de 15 a 29 años con algún habitante con menos de 9 años de educación aprobados, Porcentaje de población no derecho habiente a servicios de salud. Porcentaje de viviendas particulares habitadas con piso de tierra. Porcentaje de viviendas habitadas que no disponen de excusado o sanitario. Porcentaje de viviendas habitadas que no disponen de agua entubada de la red pública. Porcentaje de viviendas particulares habitadas que no disponen de drenaje. Porcentaje de viviendas particulares que no disponen de energía eléctrica. Porcentaje de viviendas particulares habitadas que no disponen de lavadora. Porcentaje de viviendas particulares habitadas que no disponen de refrigerador y promedio de ocupantes por cuarto (en logaritmos).



Existe además del índice de rezago social, el mencionado Índice de Marginación elaborado por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), el cual es importante diferenciar de éste. El Índice de Marginación parte de la idea de generar un indicador que de cuenta del déficit en el acceso a servicios básicos por parte de la población, relacionados a un umbral mínimo de ingreso de la población ocupada (dos salarios mínimos de México)19. Las variables que considera el Índice de marginación para su construcción son: Porcentaje de Población analfabeta de 15 años o más, Porcentaje de Población sin primaria completa de 15 años o más, Porcentaje de Ocupantes en viviendas sin drenaje ni servicio sanitario exclusivo, Porcentaje de Ocupantes en viviendas sin energía eléctrica, Porcentaje de Ocupantes en viviendas sin agua entubada, Porcentaje de Viviendas con algún nivel de hacinamiento, Porcentaje de Ocupantes en viviendas con piso de tierra, Porcentaje de Población en localidades con menos de 5 000 habitantes, Porcentaje de Población ocupada con ingreso de hasta 2 salarios mínimos. La técnica estadística para elaborar el índice es la de componentes principales20.


De lo anterior, podemos distinguir en común con el índice de marginación el indicador del Porcentaje de población de 15 años o más analfabeta y la característica de que en éste (marginación) se toman en cuenta para construir el índice, el porcentaje de ocupantes sin acceso a servicios y en el de rezago social el porcentaje de viviendas. La principal diferencia sin embargo, se encuentra en que mientras el índice de rezago parte de que las variables expresadas en términos de carencias, tienen el objetivo de establecer criterios para la determinación de las Zonas de Atención Prioritaria, tal como lo dispone la LGDS, en cambio, el índice de marginación identifica geográficamente aquellas partes del país que tienen mayores rezagos en las carencias consideradas (vivienda, ingresos laborales, educación y distribución poblacional) con el objetivo de establecer criterios en los presupuestos de egresos (federales, entidades federativas y municipios) que permitan “propagar el progreso técnico en el conjunto de la estructura productiva y en las regiones del país y por el otro, disminuir la exclusión de grupos sociales del proceso de desarrollo y disfrute de sus beneficios”.


Si bien, ambos índices (marginación y rezago) son muy útiles para lograr una mejor focalización de las políticas públicas para el combate a la pobreza, por su alto grado de desagregación geográfica, no consideran todos los factores de la pobreza. Una de las razones es que al ser derivados de fuentes de datos como los Censos, se enfrentan al alto costo económico de recabar todos los factores para toda la población. La otra, es que si bien estos índices han sido de utilidad para los fines para los que fueron planteados - implementación de políticas y programas, distribución de recursos fiscales a los estados e identificación de los beneficiarios de un programa de desarrollo- “carecen de muchas de las características deseables para un método de medición de la pobreza”, producto del método estadístico de componentes principales (Ochoa, 2008):

  1. Comparación inter-espacial e inter-temporal. El ordenamiento de las unidades de análisis es en relación al conjunto de las demás unidades, lo que lo hace difícilmente comparable en el tiempo.

  2. No es una medida transparente. La medida resumen puede dificultar conocer las brechas en las carencias de cada indicador.


Asimismo, cabe resaltar que el CONEVAL elaboró junto con el INEGI un Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS) que será aplicado a la par del levantamiento de la ENIGH e incorpora información sobre salud, ingreso, educación, seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos, alimentación y cohesión social, mismo que se planea será usado para generar mediciones alternativas de pobreza multidimensional. Lo anterior, se deriva de que la ENIGH tiene información muy detallada sobre algunas variables, previsiblemente el ingreso y el gasto, pero carece de información relevante para la medición multidimensional de la pobreza.


Metodología de Medición Multidimensional de CONEVAL21

La nueva metodología de pobreza en México que considere los aspectos multidimensionales que la Ley General de Desarrollo Social (LGDS) exige, se realizará a partir de un análisis multidimensional del fenómeno combinando aspectos del enfoque de bienestar, derechos (sociales) y territorio (cohesión social), donde la ordenación territorial de unidades geográficas se hará con base a los criterios de bienestar y derechos.


La LGDS identifica ocho indicadores básicos para la medición, reconociendo a la pobreza como un fenómeno multidimensional y buscando complementar los métodos que se basan en el ingreso para identificar a la población en condiciones de pobreza. Por ello, en su artículo 36 determina que la medición se llevará a cabo con información generada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), contemplando los siguientes indicadores:


1. Ingreso corriente per cápita,

2. Rezago educativo promedio en el hogar,

3. Acceso a los servicios de salud,

4. Acceso a la seguridad social,

5. Calidad y espacios de la vivienda,

6. Acceso a los servicios básicos en la vivienda,

7. Acceso a la alimentación, y

8. Grado de cohesión social.


En su artículo 37 determina la periodicidad de los estudios y su desagregación territorial, debiendo hacerse por lo menos cada dos años en el caso de las entidades federativas y cada cinco años a nivel municipal.


La nueva medición, tendrá los siguientes criterios metodológicos generales:


  1. Cumplimiento de la LGDS la cual incorpora elementos estructurales (derechos sociales), coyunturales (ingreso corriente) y territoriales (cohesión social)

  2. Cumplimiento del marco jurídico mexicano aplicable, particularmente trascendente para la definición de dimensiones y umbrales:

    1. Cuando son consideradas garantías individuales y derechos humanos, las dimensiones son universales, inalienables, indivisibles, iguales e interdependientes

    2. Los umbrales están definidos de acuerdo a un enfoque de Derechos (D. Gordon), donde los mínimos quedan establecidos por la obligatoriedad del Estado Mexicano

  3. Utilidad para la evaluación y diseño de políticas públicas

  4. Desagregación a nivel nacional, estatal y municipal

  5. Comparabilidad en el tiempo

  6. Utilización de información del INEGI

  7. Construcción rigurosa y en consulta con instituciones públicas especializadas, organismos internacionales y el sector académico22. De manera particular, se sigue el enfoque de (Alkire y Foster, 2008) para medición de incidencia.


Para la generación de variables, umbrales e indicadores se han seguidos dos líneas convergentes de investigación: conceptual-metodológica y operativa. La primera línea, parte de la definición de un marco conceptual sobre la pobreza que corresponda con criterios y principios metodológicos sólidos y rigurosos en concordancia con lo que exige la LGDS. La definición de pobreza considera dos grandes ejes analíticos: los recursos disponibles para satisfacer necesidades (Ingreso) y las garantías y derechos para el desarrollo social (privaciones). La segunda línea, se encuentra relacionada con el diseño y generación de fuentes de información que respondan a los criterios conceptuales y metodológicos de la medición.


Considerando lo anterior, la nueva medición multidimensional de pobreza que el CONEVAL construyó, considera evaluar el bienestar de las personas, así como la carencia o privación de derechos sociales. El bienestar será evaluado con base al uso del ingreso como indicador y a la determinación de una línea de pobreza, en tanto la privación se analizará mediante la construcción del índice de privación social que considere el acceso a la vivienda, salud, seguridad social, alimentación y el rezago educativo.


En relación a la medición de la pobreza por ingresos, se buscará integrar un indicador acorde con las mejores prácticas en la materia a nivel nacional e internacional como la consideración de flujos monetarios y no monetarios que no pongan en riesgo o disminuyan el acervo de los hogares, así como la frecuencia de las transferencias eliminando aquellas que no sean recurrentes. Adicionalmente, se buscará no incluir como parte del ingreso la estimación del alquiler o renta imputada y considerar las economías de escala y las escalas de equivalencia dentro de los hogares.


Para la construcción de la nueva línea de pobreza, se tomará en cuenta lo siguiente:

  1. El patrón de consumo mas actualizado de la población mexicana

  2. Diseño y estimación del valor de nuevas canastas alimentaria y no alimentaria. En cuanto al diseño se plantean los siguientes principios:

    1. Canasta Alimentaria

      1. Metodología comparable y practicada internacionalmente.

      2. Canasta positiva (patrón de consumo).

      3. Reconocimiento de la composición demográfica de los hogares.

      4. Determinación de la canasta de acuerdo al patrón de consumo en calorías, proteínas, vitaminas A y C, Hierro y Zinc.

    1. Canasta no Alimentaria

      1. Criterios económicos (elasticidad-ingreso)

      2. La percepción de los consumidores

      3. La proporción de hogares que adquiere cada uno de los bienes y servicios

      4. La importancia del gasto en cada uno de los dentro del gasto total de los hogares

En relación a la estimación del valor de las nuevas canastas se considerará:

    1. La utilización de precios con poca varianza a lo largo del tiempo.

    2. La validación con diferentes fuentes de datos de precios

      1. Banco de México

      2. ENIGH

      3. ENAEEN

    3. La actualización del valor de la canasta empleando diferentes índices de precios para la parte alimentaria y no alimentaria

  1. Tratamiento diferenciado a ambas canastas.

  2. Separación de los ámbitos rurales y urbanos con corte en 2,500 habitantes.


Para la construcción de los indicadores y umbrales de privación social (derechos), se consideró la opinión de expertos en la materia, la aplicación de normas legales y el uso de criterios con base en resultados estadísticos.


  1. Rezago educativo promedio en el hogar23. Los indicadores en esta materia son:

    1. Población de 3 a 15 años: asistencia escolar

    2. Población de 16 años y más: secundaria terminada

  2. Acceso a los servicios de salud24. El indicador comprende la afiliación o inscripción:

    1. Seguro Popular

    2. Institución pública de seguridad social

    3. Servicios médicos privados

  3. Acceso a la seguridad social25. El indicador considera para su construcción:

    1. El acceso directo

      1. Ocupados con prestaciones mínimas

      2. Jubilados o pensionados

    2. Núcleos familiares

      1. Parentesco directo

    3. Otros núcleos familiares y contratación voluntaria

      1. Cuentan con servicios médicos por algún familiar, por muerte del asegurado o contratación propia

    4. Programas sociales de pensiones para adultos mayores

      1. Si el monto es mayor al valor de la canasta alimentaria.

  4. Calidad y espacios de la vivienda. El indicador comprende dos sub-dimensiones26:

    1. Material de construcción de la vivienda

      1. Pisos. Tierra

      2. Techos. Material de desecho o lámina de cartón

      3. Muros. Embarro o bajareque o de menor calidad

    2. Espacios en la vivienda

      1. Hacinamiento. Razón de residentes por cuarto mayor a 2.5

  5. Acceso a los servicios básicos en la vivienda27. El indicador comprende cuatro sub-dimensiones:

  1. Acceso al agua potable. Se obtiene de un pozo, río, lago, arroyo, pipa, o por acarreo de otra vivienda, de la llave pública o un hidratante

  2. Disponibilidad de servicio de drenaje. No se dispone de drenaje, o el desagüe va a dar a un río, lago, mar, barranca o grieta

  3. Servicio de electricidad. No se dispone

  4. Uso de combustible. Leña o carbón.

  1. Acceso a la alimentación28. El indicador definido es:

    1. Población en hogares con inseguridad alimentaria moderada o severa


La manera como se definirá la pobreza de una persona, no se obtendrá a partir de generar un índice único. Serán más bien caracterizaciones de los individuos sobre sus niveles de bienestar (ingreso per capita y acceso a la alimentación), derechos (educación, salud, vivienda y servicios de vivienda), y condiciones territoriales de vida (cohesión social), donde ésta última, implicará la ordenación territorial de unidades geográficas con base a los criterios de bienestar y derechos. Lo que la nueva medición permitirá, es ubicar a las personas en condiciones de pobreza de ingresos y encontrar si éstas cuentan con una o más privaciones sociales. El Gráfico 1, permite visualizar lo anterior, donde LPE es línea de pobreza extrema, LP es la línea de pobreza por ingresos y C son carencias.


Dimensiones y Variables. Medición Multidimensional CONEVAL-México

LA MEDICIÓN DE LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN

Fuente: Presentación “Metodología de la Medición Multidimensional de la pobreza”, en el marco del Encuentro “Problemas y perspectivas de la Economía Mexicana”, UIA-Puebla, 3 de noviembre de 2009. Coneval.


Sin embargo, quedan todavía algunas interrogantes que pudieran resolverse mediante un conocimiento más profundo de la metodología, tales como:

  1. ¿El planteamiento de nuevas líneas de pobreza por ingresos, implica la desaparición de las actuales líneas de pobreza?29

  2. ¿La creación del índice de privación hace a un lado la generación del índice de rezago social?

  3. En la agregación del índice de privación ¿cómo se ponderan los componentes del mismo? ¿con base a que se decidió esa ponderación?

  4. Al parecer no se va a agregar la estimación de pobreza por ingresos y por carencias (índice de privación).Si es así:

    1. El índice de privación ¿cómo se relaciona con la estimación de pobreza por ingresos?

    2. ¿Cuándo se diría que una persona es pobre? ¿Cuando tiene una carencia, varias o todas?

En relación a las estimaciones de pobreza sobre México, que han realizado organismos internacionales, el Banco Mundial en su informe más reciente sobre la pobreza en México, evalúa las condiciones de pobreza y las políticas gubernamentales implementadas para su combate. El estudio se lleva a cabo bajo una concepción de la pobreza que, además del ingreso, considera dimensiones adicionales al describir la evolución y situación de indicadores de capital humano (educación, salud, nutrición), activos/patrimonio, vulnerabilidad/protección social y protección social.


Para medir la pobreza se utiliza el ingreso de los hogares y se compara con líneas de pobreza que determinan si los hogares se encuentran en pobreza extrema o moderada. El método utilizado es el mismo que utilizaba la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) que consistía en la construcción de una canasta de alimentos que cubría los requerimientos nutricionales para determinar la pobreza extrema y la inclusión de bienes que satisficieran las necesidades de vestido, calzado, salud, educación y transporte público para determinar pobreza moderada (Banco Mundial: 2004).


En el informe, Panorama Social 2008 de la CEPAL, se indica que México está clasificado como un país de pobreza media–baja. A partir del cálculo del valor de una canasta de bienes y servicios y la aplicación del método de Líneas de Pobreza, se estimó que la pobreza se redujo en 1.5 puntos porcentuales en 200730.


1 Paro todo lo relativo al enfoque jurídico social de la pobreza en México véase entre otros: SCJN, Historia de la Justicia en México, siglos xix y xx, tomos I y II. SCJN-México, 2005. También Morales Moreno, Humberto en los siguientes dos textos, “La Disputa por los derechos fundamentales en México” (en prensa), 2009, e Historia del Poder Judicial en el Estado de Puebla (1826-2001), Eds. Tribunal Superior de Justicia, Gob. Del Estado de Puebla, 2001. 249 págs. Para una aproximación desde la mirada de la Historia económica al fenómeno de los pueblos empresa y la ocupación socio profesional véase a: Berkner, Lutz Karl (1973): Family, Social Structure und Rural Industry. A Comparative Study of the Waldviertel and the Pays de Chaux in the 18th Century. Diss. Harvard, Mass. Blau, Josef (1917/18): Böhmerwäldler Hausindustrie und Volkskunst, 2 vols. Praga. Kriedte, Peter/ Medick, Hans/Schlumbohm, Jürgen (1977): Industrialisierung vor der Industrialisierung. Gewerbliche Warenproduktion auf dem Land in der Formationsperiode des Kapitalismus. Göttingen. Kriedte, Peter/ Medick, Hans/ Schlumbohm, Jürgen (1983): Proto-Industrialisierung auf dem Prüfstand der historischen Zunft. Antwort auf einige Kritiker. En: Geschichte und Gesellschaft 9: 87-105. Y para México: Morales Moreno, Humberto, Oficios urbanos en paisajes agrarios en el altiplano central mexicano de la segunda mitad del siglo XVIII, en: Francisco Javier Rodríguez Garza (coord.), Protoindustrialización, industrialización y desindustrialización en la Historia de México, UAM-A, México, 2009. pp. 19-53




2 Amartya Sen, Poverty and Famines. An Essay on Entitlement and Deprivation, OIT, Clarendon Press, Oxford, 1981

3 Los problemas sobre umbrales (mínimos), ponderadores y resultados de combinaciones de carencias o capacidades, se encuentran tanto en el enfoque de necesidades como de capacidades.

4 De manera reciente, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) publicó los cálculos y la metodología sobre pobreza multidimensional en México, situación que se analizará con detalle en el último apartado de este artículo. Sin embargo, las políticas públicas de combate a la pobreza, siguen o bien centradas en atacar efectos coyunturales (carencia de ingreso mínimo) o desarticuladas entre sí.

5 Para lo relativo a estas discusiones en la literatura económica que cubre estas etapas de investigación sobre el fenómeno de la pobreza en México véase a Fernando Cortés Cáceres, Daniel Hernández, Enrique Hernández Laos, Miguel Székely y H. Vera Llamas,

Evolución y características de la pobreza en México en la última década del siglo XX, México, Secretaría de Desarrollo Social, Serie Documentos de Investigación, agosto de 2002

6 El programa de Desarrollo Oportunidades surge con el Gobierno de Ernesto Zedillo con el nombre de Progresa y continúa hasta el momento con el gobierno actual. El programa de transferencias monetarias se realiza para asegurar, además de una transferencia monetaria mínima a los hogares más pobres, la culminación de la educación secundaria (educación obligatoria en México) y el mejoramiento de condiciones de salud a partir de atención sanitaria básica.

7 Esta sería la apuesta del trabajo de Santiago Levy, La pobreza en México, (Premio Nacional de Economía, 1992) ; BANAMEX, México, 1992

8 La medición multidimensional puede derivarse conceptualmente del enfoque de capacidades, necesidades, derechos, directo e indirecto, así como de una combinación de varios de ellos.

9 Banco Nacional de México; México Social, 1994-1995. División de Estudios Económicos y Sociales, México, 1996. Boltvinik, Julio; Hernández Laos, Pobreza y Distribución del Ingreso en México , Siglo XXI Editores, México,1999. Santiago Levy, La Pobreza en México, Premio Banamex de Economía, 1992. Raygoza, J.; La medición de la Pobreza en el Programa de Educación, Salud y Alimentación , el Trimestre Económico ; México, FCE, Vol. LXVI, Núm. 264.Scott; Blomm, Criterios de asignación para la superación de la pobreza, CIDE, Cuadernos de trabajo núm.73, México, 1998. Presidencia de la República, Segundo Informe de Gobierno, Septiembre de 2002. Boltvinik, J.; La pobreza ignorada: Evolución y características; A. Damián; Evolución reciente de la pobreza y pobreza extrema , Memorias del Foro La pobreza ignorada; México, 2002. Agradecemos el texto de María de Lourdes Flores Alonso, La medición de la pobreza en México, (2003) inédito, por su invaluable ayuda en este resumen.

10 No se tienen todavía estimaciones comparativas sobre el impacto de la crisis reciente, pero se espera un aumento en la pobreza todavía mayor.

11 Véase el ya clásico estudio de Nora Lustig, Distribución del ingreso y crecimiento en México, Colmex, México, 1991.

12 INEGI. Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares Mexicanos, México, 1984.

13 Para lo relativo a la discusión entre crecimiento y desigualdad económica, véase aparte del texto ya citado de Nora Lustig a: Cortés, Fernando. PROCESOS SOCIALES Y DESIGUALDAD ECONOMICA EN MEXICO. Siglo XXI editores. México, 2000. Los trabajos históricos sobre distribución del ingreso de: M. Flores Márquez, La distribución del Ingreso, tesis presentada en la Escuela Nacional de Economía, México, 1958. Ifigenia M. de Navarrete, La distribución del ingreso y el desarrollo economico de México, México, Universidad Nacional Autonoma de México, 1960.

Simon Kuznets, “Quantitative Aspects of the Economic Growth of Nations: VIII Distribution of Income by size”, Economic Development and cultural Change, enero de 1963.

14 La Ley General de Desarrollo Social (LGDS) fue publicada el 20 de enero de 2004 en el Diario Oficial de la Federación. Su objetivo es la regulación de la política social, los programas y las acciones públicas orientadas al desarrollo social, indicando las obligaciones del gobierno, definiendo principios y lineamientos que rigen la política de desarrollo y determinando cuáles son las instituciones responsables (Diario Oficial de la Federación: 2004).

15 En 2001 la Secretaría de Desarrollo Social creó el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza, compuesto de siete académicos nacionales, representantes institucionales de la Presidencia de la República y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) los cuales tendrían derecho a voz pero no voto, el Consejo Nacional de Población (CONAPO) y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), quienes tendrían la tarea de desarrollar una metodología oficial para la medición de la pobreza.

16 Los argumentos fueron proporcionados por el Consejero Académico del CONEVAL e Investigador del Colegio de México, Dr. Fernando Cortés Cáceres.

17 El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) es el organismo autónomo encargado de normar y coordinar el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (SNIEG), así como de producir la información estadística y geográfica de interés nacional. Como parte de los productos generados por el INEGI sobresalen los Censos Generales de Población y Vivienda, levantados cada 10 años, que contienen información sobre los habitantes del país y las viviendas habitadas en el territorio nacional y sus condiciones demográficas, sociales, culturales y económicas; y los Conteos de Población y Vivienda, realizados a la mitad del periodo de levantamiento del Censo y tienen como objetivo producir información sociodemográfica básica, que actualice el conocimiento sobre el tamaño, la composición y la distribución territorial de la población, los hogares y las viviendas existentes en el país.

18 Elbers, Chris, Lanjouw, J.O., and Lanjouw P. (2003). "Micro-level estimation of poverty and inequality". Econometrica 71(1): Pp 355-364.



19 En el año de 1978 en México, la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginales, COPLAMAR, definió la marginación para caracterizar aquellos grupos que han quedado al margen del los beneficios del desarrollo nacional y de los beneficios de la riqueza generada, pero no necesariamente al margen de la generación de esa riqueza, ni mucho menos de las condiciones que la hacen posible (COPLAMAR, 1982: 22). En el año 2000 el Consejo Nacional de Población define la marginación como un fenómeno estructural que se origina en la modalidad, estilo o patrón histórico de desarrollo; ésta se expresa por un lado, en la dificultad de propagar el progreso técnico en el conjunto de la estructura productiva y en las regiones del país, y por el otro, en la exclusión de grupos sociales del proceso de desarrollo y del goce de sus beneficios (CONAPO, 2000:11).

20 Para mayor detalle sobre la metodología de componentes principales utilizada para general el Índice de Marginación, consúltese el documento “Anexo C, Metodología de estimación del índice de marginación” del documento Índice de Marginación 2005, Consejo Nacional de Población (Conapo), 2003: http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/margina2005/AnexoC.pdf.

21 El presente apartado se realizó con la información cualitativa proporcionada por las entrevistas realizadas a los investigadores, Dra. Graciela Teruel Belismelis (UIA-Ciudad de México) y Dr. Fernando Cortés Cáceres (Colegio de México), ambos consejeros académicos del CONEVAL. Adicionalmente, la Dra. Graciela Teruel, presentó de manera reciente (3 de noviembre de 2009), en la Universidad Iberoamericana Puebla, en el marco del Encuentro sobre Problemas y Perspectivas de la Economía Mexicana, la “Metodología de Medición Multidimensional de la pobreza” del CONEVAL.

22 En 2007 se realizó el primer seminario de Consulta sobre las opciones metodológicas disponibles con 5 reconocidos investigadores a nivel mundial sobre el tema: Foster, Chakravarty, Dave Gordon, J. Boltvinik y Hernández y Soto. Se han realizado posteriormente seminarios sobre la propuesta de metodología para México y los indicadores utilizados, así como se continúa con la consulta y asesoría de expertos jurídicos, en derechos humanos y áreas temáticas relacionadas a la pobreza.

23 Este indicador fue construido a partir de lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley General de Educación y la Ley Federal del Trabajo. Para definir el mismo, CONEVAL consultó con diversos agentes involucrados: el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

24 La elaboración del indicador fue realizada con base a lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley General de Salud.

25 La construcción de este indicador se realizó mediante lo que la ley establece al respecto (Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y Artículo 2 de la Ley del Seguro Social). CONEVAL consideró para ello, en primera instancia, la dinámica de la población que cotiza actualmente como la de la que goza y gozará los beneficios de haber cotizado en el sistema de seguridad social. En segundo término se tomaron en cuenta los distintos mecanismos de acceso a la seguridad social: régimen obligatorio, incorporación voluntaria, incorporación vía familiares directos de los trabajadores o mediante los programas sociales de pensiones para grupos específicos como los adultos mayores.

26 Este indicador fue construido a partir de lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley de Vivienda. Para definirlo, junto con los umbrales requeridos, CONEVAL consultó a la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI).

27 Para definir el indicador, junto con los umbrales requeridos, CONEVAL consultó a la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI).

28 La base para este indicador, se encuentra en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley General de Desarrollo Social. CONEVAL consideró además en consulta con expertos en el tema, la escala de inseguridad alimentaria, la cual por un lado, analiza procesos cuando se presentan insuficiencias alimentarias, incluyendo cambios en calidad y cantidad de los alimentos y, por otro, valora inseguridad alimentaria: leve, moderada o severa a partir de los conceptos de calidad y variedad de la dieta, omisión de comidas, disminución de la cantidad de alimentos, falta de alimentos y experiencias de hambre.

29 De la entrevista con el Dr. Fernando Cortés, pudiera concluirse que el método de estimación por ingresos actual coexistirá hasta 2012 con el multidimensional. Sin embargo, dado que la presentación de la metodología todavía no es oficial, no se tiene conocimiento si la estimación por ingresos a tres niveles (alimentaria, capacidades y patrimonio) deja de inmediato su lugar a la pobreza general y extrema o será hasta 2012 cuando comience la estimación de ésta última.

30 Para una actualización del debate actual sobre la medición multidimensional de la pobreza en México véase a: Banco Mundial (2004), La pobreza en México: Una Evaluación de las Condiciones, las Tendencias y la Estrategia del Gobierno, Report No. 31115, Documento del Banco Mundial, Washington, D.C. Beccaria, L. (2007), La medición del ingreso para los estudios de pobreza en América Latina: aspectos conceptuales y empíricos, en serie Estudios Estadísticos y Prospectivos, n° 60, Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe. CEPAL (2000), Evolución de la Pobreza en América Latina en los años ochentas, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Organismo de las Naciones Unidas en Santiago de Chile. CEPAL (2008), Panorama social de América Latina, 2007, CEPAL, Santiago de Chile. CEPAL (2009), Panorama social de América Latina 2008, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Organismo de las Naciones Unidas en Santiago de Chile. Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (2004), Comentarios a la Ley General de Desarrollo Social, México. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (2007), Informe Ejecutivo de Pobreza: México, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, México. CONEVAL (2005), Mapas de pobreza por Ingresos y Rezago Social, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, México. CONEVAL (2008), Mapas de pobreza por Ingresos, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, México. Diario Oficial de la Federación (2004), Ley General de Desarrollo Social (LGDS), publicada el 20 de enero, México. Domínguez J, & Martín AM (2006), Medición de la pobreza: una revisión de los principales indicadores, Revista de Métodos Cuantitativos para la Economía y la Empresa. pp.2:27-66. Feres J.C. y Mancero X. (2001), El método de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) y sus aplicaciones en América Latina, en serie Estudios Estadísticos y Prospectivos, n° 7, Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe INEGI (2000), Documento Metodológico: Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México.





38






Tags: desigualdad en, y desigualdad, medición, desigualdad, pobreza