SE SALVA RONDA DEL AGRO EN EEUU LA SAC

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Se salva ronda del agro en EE

Se salva ronda del agro en EE.UU.: la SAC y Fenavi asistirán a Washington la próxima semana

http://eltiempo.terra.com.co/economia/2005-08-01/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-2166082.html


Así, se supera lo que parecía un nuevo enfrentamiento entre el Gobierno y el sector agropecuario por las negociaciones del TLC con Estados Unidos.


Las diferencias persistían hasta el viernes pasado por la mañana, pero ese mismo día por la noche se alcanzó el acuerdo que, de momento, deja satisfechas a las dos partes.


La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) se oponía a programar una ronda bilateral agrícola con Estados Unidos porque no existían las condiciones para ello.


Según el presidente del gremio, Rafael Mejía, las ofertas que el equipo estadounidense comenzó a desgranar desde el martes "no atienden ninguno de los intereses nacionales en materia agropecuaria".


Las propuestas de Estados Unidos son "inaceptables, solo tienen en cuenta sus propios intereses y las que tienen que ver con los bienes de interés de Colombia resultan poco menos que equivalentes a nada", expresó Mejía indignado.


Rechazo avícola


Inclusive, el presidente de Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), Jorge Enrique Bedoya, se declaró perplejo por la contraoferta estadounidense, la cual rechazó por "desmedida y abiertamente desconocedora de la propuesta colombiana".


En carta enviada el pasado viernes al presidente Álvaro Uribe, Bedoya señala: "No vemos cómo Colombia podría siquiera pensar en convocar una ronda bilateral agrícola, hasta tanto los Estados Unidos no entreguen propuestas serias de negociación…".


Las ofertas estadounidenses están tan alejadas de las aspiraciones colombianas, que así lo ha reconocido el mismo Gobierno. En carta enviada el pasado viernes, los ministros de Comercio y Agricultura, Jorge Humberto Botero y Andrés Felipe Arias, le confiesan a Mejía: "En general compartimos su insatisfacción sobre tales propuestas".


Botero y Arias, sin embargo, acordaron con Estados Unidos realizar dicho encuentro en Washington -aplazado desde el 11 de julio- a partir del lunes próximo.


A trabajar


Para los dos ministros, las ofertas de una y otra parte tendrán que ser gradualmente ajustadas para poder llegar a un acuerdo satisfactorio para los dos países, para lo cual hay que redoblar los esfuerzos en la mesa de negociaciones. De aquí, la cita bilateral de tres días programada en la capital estadounidense.


El llamado del Gobierno fue atendido por la SAC: "Nos vamos a poner a trabajar para llevar (a Washington) una estructura de negociación que beneficie al agro y al país", dijo Mejía este domingo, quien encabezará la delegación del sector privado agropecuario.


Bedoya, por su parte, quien también viajará a Washington, insiste en que no hay condiciones para la ronda, pero que asistirá a esta cita porque el ánimo es trabajar por una adecuada posición colombiana.


Firmeza


El presidente de la SAC enfatizó en que le han pedido a Botero y Arias que tomen conciencia de la gravedad de la actitud asumida por Estados Unidos y que adopten una posición firme y decidida en las negociaciones.


La respuesta es positiva, comentó Mejía, quien agregó que ya hay una muestra de ello, al no aceptar el Gobierno la postura estadounidense de que la ronda bilateral comenzara este martes.


Con esa propuesta, Estados Unidos presionaba la realización de la ronda sin que el equipo colombiano hubiera hecho un análisis suficiente y llegara a la capital estadounidense a improvisar.


Con la participación de la SAC y de Fenavi en ese encuentro bilateral, el amago de crisis que rondaba en el ambiente hace tres días desapareció para darle paso al esfuerzo conjunto que harán el equipo negociador agrícola y los empresarios del campo, quienes desde el mismo sábado retomaron el análisis de las ofertas.


La falta de una fecha para la cita bilateral agropecuaria amenazó con abortar la X ronda de negociaciones del TLC en Guayaquil a principios de junio, pues la SAC amenazó con no ir, precisamente por la ausencia de dicha fecha, la cual se fijó finalmente para el 11 de julio y tuvo que ser aplazada porque Estados Unidos argumentó que aún no estaba lo suficientemente listo para sentarse a la mesa de negociaciones.


Tanto el Gobierno como el sector privado colombiano confían en que Estados Unidos hará movimientos en sus propuestas de manera que permitan acercar las posiciones que, como lo dijo el ministro Botero, son muy distantes.


Esta semana será de permanente trabajo y evaluación, pues es el compromiso que han adquirido los negociadores para llevar una fórmula sólida a Washington.


‘Oferta absurda en pollos’


Para Jorge Enrique Bedoya, presidente de Fenavi, si se acepta la propuesta de Estados Unidos de eliminarles los aranceles a los trozos de pollo "se le cuelga la lápida al cuello a la industria avícola nacional".


En la propuesta colombiana, dice el directivo gremial, la industria avícola aceptaría la desgravación inmediata para 15 productos, la desgravación a menos de cinco años para otros 35 y la desgravación a 10 años para siete más.


Esa apertura del mercado avícola colombiano se daría a cambio de que las importaciones de trozos de pollo y de carne de gallina de descarte no sobrepasen las 1.000 toneladas anuales.


Sin embargo, la pretensión del equipo negociador estadounidense es el establecimiento de un cupo de importación de trozos de pollo y de un periodo de desgravación, aplicando un arancel de 60 por ciento a lo que exceda la cuota. Esto, para Bedoya, equivale a darles acceso inmediato al mercado colombiano a los productos que en Estados Unidos son desechos y se venden a precios irrisorios en el mercado internacional, con lo cual se arruinará la industria local.


Además, Estados Unidos plantea una cláusula de preferencia, calificada de absurda por Bedoya, pues va en una sola dirección: obtener accesos progresivos, con lo cual Colombia vería frenada su intención de futuros tratados con otros países.


Así, por ejemplo, si en una negociación con Haití, el país más pobre del mundo, Colombia decidiera concederle alguna preferencia, Estados Unidos se vería en el derecho de reclamar exactamente las mismas condiciones.


Este jueves, crucial visita de Uribe a Bush


De un buen acuerdo agrícola depende la firma del TLC y que este sea aprobado por el Congreso colombiano y pase el examen de la Corte Constitucional.


Este será el planteamiento subyacente en las charlas que sostendrá el jueves el presidente Álvaro Uribe con su homólogo estadounidense, en el rancho de este último en Texas.


La negociación agrícola en el TLC pasa por un momento extremadamente difícil, dado que las propuestas estadounidenses han sido decepcionantes, según se deduce de lo dicho por el Gobierno y el sector privado colombiano.


Se creía que la aprobación del Cafta (TLC con Centroamérica y República Dominicana) en el congreso estadounidense la semana pasada facilitaría la negociación del TLC agrícola con Colombia, pero las ofertas que envió Estados Unidos desde el pasado martes indican todo lo contrario.

El Consejo Gremial le entregará a Uribe una evaluación completa de las propuestas estadounidenses de manera que, junto con las que haga el mismo Gobierno, tenga argumentos suficientes en sus diálogos con Bush para que este lance la señal política de que llegó el momento de que su equipo flexibilice sus posiciones en la mesa de negociación.


La efectividad de la visita de Uribe se medirá, parcialmente, si cuando concluya la ronda bilateral agrícola, una semana después en Washington, el equipo colombiano no sale 'desinflado' como en otras ocasiones.


Si Estados Unidos no modifica sus ofertas y exigencias, es probable que contra el deseo de quienes en Colombia apoyan la suscripción del TLC, este no llegue a puerto alguno, pues el compromiso de los sectores no agrícolas que hacen parte del Consejo Gremial es que no avalarán acuerdo alguno que no satisfaga los intereses del agro colombiano.


Y sin ese aval, el tratado no tiene la más mínima probabilidad de convertirse en Ley cuando el texto llegue al Congreso colombiano.


JORGE CORREA C.

Redactor de EL TIEMPO


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