M
Salmo. Sal (Magnificat)
Evangelio: Jn 1,6-8.19-28
Ambientación: Hoy celebramos ya el tercer domingo de ADVIENTO. Seguimos esta semana con la lectura de Isaías y con la de Juan el Bautista. No haremos referencia expresa del domingo de la alegría, que hoy celebramos, porque ya lo hicimos el año pasado. Veremos la figura de San Juan Bautista como “artífice de paz”, trataremos el tema ser estrella para los demás y cómo San Juan la llevó a su pueblo sufriente. El compromiso del Bautista debe ser el compromiso de cualquier persona con fe. Ojalá y sembremos en los niños corazones pacificadores de luz que son los que el mundo necesita. Julián Martín
MONICION DE ENTRADA:
Hola, niños y niñas, bienvenidos a nuestra celebración. Si los domingos pasados, la Iglesia nos invitaba a fortalecer la esperanza, este tercer domingo de Adviento, nos empuja a vivir con alegría. Todavía no es la alegría desbordante de la Navidad, pero sí es la alegría propia de quienes sabemos que Jesucristo puede cambiar nuestras vidas y con ellas nosotros podemos cambiar el mundo. Comenzamos la Eucaristía encendiendo tres velas de la corona de adviento.
ACTO PENITENCIAL:
Sabiendo que Dios es luz con confianza le pedimos perdón por nuestros pecados.
Tú, que eres la luz del mundo. Señor, ten piedad.
Tú, que fuiste anunciado por Juan, el amigo fiel. Cristo, ten piedad.
Tú, que nadie es digno de desatarte las sandalias. Señor, ten piedad.
Pautas homiléticas (para el sacerdote)
Hoy nos centramos en el sentido de la alegría, esa alegría que es capaz de cambiar un corazón. La alegría tiene que salir de nuestro corazón, que no es la risa barata, ni cuando le hacemos a alguno una broma pesada…. La alegría de este domingo es la alegría de estar alegres siempre, en paz, contentos sin saber porqué, aunque el corazón si lo sabe…. Y es que pronto va a nacer el Salvador.
Os hemos entregado globos que son señal de alegría, levantad todos los globos: Y ahora los del color blanco…. significan la paz, y los verdes… que significan el amor a la naturaleza, y los rojos que significan la justicia, y los azules que representa el cielo, y los amarillos, rosas y otros colores que significan las distintas personas. Veis con todos los colores tienen relación con la creación regalada por Dios, por eso en este día nos sentimos todos más alegres y nos comprometemos a estar siempre así, sin enfados, sin lloros, sin rabietas… es como nos quieren nuestros papás y como nosotros debemos vivir.
P
Al Señor, compasivo y misericordioso, que nos llena de alegría le dirigimos nuestras peticiones, movidos por el Espíritu Santo. Respondemos diciendo: Ven, Señor, Jesús “
Para que la Iglesia lleve alegría de Dios a las personas que carecen de ella. Escúchanos Señor.
También pedimos para que los gobiernos más ricos del mundo compartan su riqueza con los más pobres. Escúchanos Señor.
Para que este tiempo de Adviento nos alegre y llene el corazón. Escúchanos Señor.
Para que nos esforcemos cada día en ser estrellas de luz para los demás que los guíe hacia Belén. Escúchanos Señor.
Para que nunca apaguemos la fuerza del Espíritu Santo que vive en nosotros. Escúchanos Señor.
OFERTORIO
Se acerca al altar el pan y el vino eucarístico y los cuatros colores de globos (blanco, verde, azul, y rojo). Un mismo niño o niña lo leen todo.
- pan y vino Te ofrecemos Señor, este pan y este vino son nuestra verdadera alegría porque te haces presente entre nosotros. Y para que veas que nuestra Eucaristía de hoy tiene un carácter especial ahora te ofrecemos…
- Este globo banco, simboliza la paz, y te pido que se haga realidad en todos los países del mundo.
- También te ofrecemos este globo rojo, representa la justicia y te pido que llegue ya a toda la tierra y que ningún país rico abuse de los derechos del pobre.
- Este globo azul, nos recuerda el cielo, con el te ofrecemos la vida de tantas personas que ofrecen su vida o su tiempo para que tú seas conocido y amado.
- Y este globo verde, que también pondremos en tu altar y simbolizan la naturaleza que tu has creado, al entregártelo nos comprometemos a cuidarlo.
MONICION FINAL
Termina nuestra celebración. Hoy es el día de la alegría, del gozo, de la esperanza. Con los globos del ofertorio hemos significado el día tan importante que estamos viviendo. Que el Señor, el Dios de la esperanza y la sonrisa, nos llene el corazón de su luz y lo llevemos a los rincones donde solo hay oscuridad y tristeza.
Tags: adviento) lecturas:, lecturas, adviento), niños, familia